Cautela sobre una posible reforma de la Constitución
"Algo que aceptamos todos los constituyentes es que la soberanía reside en el pueblo español, y éste adoptó una sabia decisión con el título octavo de la Constitución, que es mejorable, como todo, pero que garantiza la unidad de España como uno de los más viejos países de Europa", apuntó González como aproximación a lo que piensa sobre la reforma de la Constitución, cuestión a la que se refiere con la máxima cautela. El presidente calificó la Constitución de "un modelo de convivencia muy sólido", "un esquema de convivencia extraordinariamente apreciado", "la más válida que hemos tenido desde 18l2". Y por eso pidió que fuera tratada "con cariño".Según el presidente la forma como algunos plantean el debate sobre la reforma constitucional "fragiliza el esquema de convivencia". "Defenderé la Constitución", proclamó, "y si alguna vez se plantea su reforma, que es un tema muy serio, deberá ser dentro de sus propias reglas de funcionamiento".
Así resumió tales reglas: "Identificar el problema que se pretende resolver, precisar luego qué párrafo o artículo resolvería ese problema y, si es preciso, reformarlo a partir de una regla de la propia Constitución, y es la necesidad de una mayoría tan amplia que apela al consenso".
La Constitución, remató, no es "como las Tablas de la Ley, inamovible", pero sí "lo suficientemente seria" para que su reforma se plantee según el esquema que acababa de desarrollar.
Felipe González al ser preguntado por las repercusiones en España de los movimientos independentistas en el este de Europa dijo: "Con los nacionalistas moderados comparto algo que me produce tranquilidad, y es el respeto de los valores democráticos". Pidió a esos nacionalistas moderados que aborden los problemas despertados por las aspiraciones de algunos sectores a reformar la Carta Magna, a partir de esos valores.
