La primera catedral francesa del siglo XX comienza a construirse en Évry
Hace un año, unos inmensos carteles colocados en las calles y estaciones de metro de París se dirigían a los ciudadanos en los siguientes términos: "¿Quién puede todavía construir una catedral?". Los mismos carteles respondían: "¡Usted!" El lema comienza a hacerse realidad. Ayer, domingo de Pascua fue bendecida la primera piedra de la catedral de Évry. Unas 75.000 personas han contribuido con sus donativos a que, por primera vez en este siglo, se levante una nueva catedral en Francia.La construcción de la catedral de Évry costará 60 millones de francos (unos 1.140 millones de pesetas). Sus promotores, entre los que se incluye el director general de Cartier, cuentan ya con la mitad de esa cantidad, recogida en buena medida entre particulares. Algunos fieles han entregado sus joyas; otros los ahorros de sus vidas; un norteamericano envió desde Nueva York un millón de pesetas; una pareja pidió como único regalo en su lista de bodas donativos para la catedral.
Évry, una población de la región del Essonne de 80.000 habitantes, y tan sólo cinco lustros de existencia, dispondrá de su catedral a finales de 1994. Será un edificio en forma de proa de barco, recubierto de ladrillos claros y de 35 metros de alto. El techo contará con tres grandes vidrieras y estará coronado de árboles. El atrio será consagrado a los derechos humanos y contará con rampas de acceso para disminuídos 5sicos. Mario Botta, un arquitecto suizo de 48 años que ahora construye el museo de arte moderno de San Francisco, es el firmante del proyecto.
El Estado francés ha contribuido con 5 millones de francos (95 millones de pesetas). El ministro de Cultura, Jack Lang, ha encontrado una ingeniosa fórmula para soslayar la ley de 1905, que prohíbe a la República Francesa contribuir económicamente a actividades religiosas. El hallazgo consiste en que la catedral albergue un centro de arte y ese centro es el que oficlalmente ha sido financiado por el ministerio de Cultura.
