El túnel de Somport enfrenta a ecologistas contra el Gobierno francés
La construcción de un túnel que evitará el puerto de Somport, así como la ampliación de la carretera que atraviesa los Pirineos por Canfranc, han susc itado oposición entre los ecologistas franceses, que han recurrido a los tribunales de la CEE para obtener protección para osos, jabalíes, ciervos, buitres o águilas reales que se guarecen en el parque nacional pirenaico. Bruselas ha fallado a favor del proyecto viario.El ministro francés responsable de la conservación del medio ambiente, el verde Brice Lalonde, asume parte de las tesis ecologistas y se enfrenta al ministro de Transportes, Louis Besson. Lalonde, parece que con la aprobación del presidente Mitterrand, propone resucitar la línea ferroviaria entre Pau y Canfranc, cerrada desde 1970 por su carácter extremadamente defieltario.
Lalonde sugiere servirse del sistema del ferroutaege, por el cual los camiones se convertirían en viajeros de trenes especiales. El ferroutaege es, paradójicamente, una técnica del agrado del ministerio que dirige Besson.
Los apenas 900 vehículos diarios que actualmente cruzan la frontera por Somport se convertirían en más de 4.500 si se construyen la autopista y el túnel. El impacto de este aumento sobre las especies en peligro de desaparición -se cree que no quedan más allá de 10 osos- o que difícilmente han podido reintroducirse -caso de ciertas aves rapaces- se piensa que podría ser desastroso. Según algunos ecologistas, no bastaría con crear pasos especiales para que los animales pudiesen cruzar sin peligro la nueva vía. Otro problema que debe afrontar el proyecto para ser aplicable es el de la boca norte del túnel, que queda situada en pleno parque nacional y, por tanto, sería una obra que infringiría toda la normativa vigente. Los ayuntamientos de la zona proponen una solución simple y práctica: cambiar las fronteras del parque, idea que no merece una aprobación unánime.
