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Los ulemas marroquíes piden una ley que les proteja del Gobierno

Ulemas e imames han iniciado en Marruecos una revuelta pacífica contra la Administración, a la que acusan de coartar su libertad de expresión al impedir la defensa, desde los púlpitos, de la causa iraquí.La última andanada dialéctica ha partido de un grupo de 13 conocidos ulemas (teólogos) del país, los cuales, tras denunciar los abusos e injerencias del Gobierno marroquí, reclaman la protección de la ley y del Parlamento para cumplir con la misión divina que les encomienda el Corán. En los últimos meses han sido destituidos 22 imames en todo el país a causa de discrepancias con la Administración.

El enfrentamiento entre ulemas e imames, de un lado, y el Gobierno, del otro, no tiene precedentes en la historia de Marruecos, según aseguraron ayer en un comunicado los 13 doctores en ley islámica. Éstos recalcan que incluso durante el periodo colonial se les trató con respeto y se les permitió predicar libremente desde los templos.

Los 13 ulemas, que gozan de un reconocido prestigio dentro del mundo islámico, aseguran ser objeto de una firme represión por parte del Ministerio del Habus y Asuntos Islámicos, que pretende imponer sus criterios y dictar los discursos de los viernes en las mezquitas. Recalcan que la polémica no es nueva, pero, según ellos, se ha agudizado en los últimos meses como consecuencia de la guerra y en un intento de impedir que se pronuncien mensajes a favor de Irak.

Como consecuencia de esta represión, una veintena de ¡mames han sido destituidos por el ministerio, según el comunicado. Los ulemas afirman encontrarse en una situación de indefensión jurídica, a merced del Estado, que les paga su salario, aunque no a costa del erario público, sino con los frutos de las limosnas entregadas por los fieles, que son administradas por el Gobierno. Los firmantes acaban reclamando la protección de la Constitución, la ley y el Parlamento.Incidente en KenitraEl documento de los 13 ulemas de Marruecos se ha hecho público pocos días después de que se registrara un nuevo incidente religioso-político, esta vez en Kenitra, como consecuencia de un llamamiento a favor de Irak efectuado por 17 teólogos. Funcionarios de la Administración visitaron a los firmantes de este llamamiento y les conminaron a acatar la disciplina emanada del ministerio.El enfrentamiento entre ulemas e imames con la Administración adquiere una dimensión especial si se tiene en cuenta que el jefe religioso del país es el propio rey Hassan II, a quien la Constitución otorga el título de Amir el Munin [conductor de los creyentes] y garante del respeto al islam. Hasta ahora, las relaciones de los imames y ulemas con la Administración habían sido formalmente respetuosas y escasamente conflictivas.

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