Madrid bien vale un teatro
La ciudad cuenta desde ayer con un nuevo espacio escénico en la calle de Pradillo
Ayer se presentó en Madrid el teatro Pradillo, un local en blanco y negro que ocupa el último lugar en la escasa lista de espacios teatrales madrileños y que ha contado con el apoyo moral y económico del Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. La iniciativa de la Compañía Tartana Teatro ha reconvertido un viejo garaje de mensajería en 450 metros cuadrados para la escena, con capacidad para casi 120 espectadores.
Juan Muñoz, director del teatro Pradillo, consideraba ayer que los 40 millones de pesetas invertidos en las obras de acondicionamiento del garaje han debido manejarse con el mismo cuidado con el que se bailan los hilos de un encaje de bolillos. "Tendrías que haberlo visto hace dos años. En Madrid la buena noticia no es solamente que se abra un teatro. Creo que continuará resultando insólito el conseguir un espacio como éste"..Los encargados del Pradillo reconocen que su primera ojeada se dirigió hacia el barrio de Lavapiés, pero ninguno de los lugares y locales examinados pasaba la prueba de albergar un escenario de 10 por 10 metros, que tan pronto puede tener al público ante sí como se convierte en una figura geométrica totalmente al servicio del director del montaje teatral.
El telón, lo que se dice alzarse de verdad, no se levantará de forma oficial hasta el próximo día 7 de noviembre con la compañía titular de la sala, Tartana Teatro, que pondrá en escena un texto escrito por Antonio Fernández Lera, que será dirigido por Carlos Marqueríe y que llevará por título Los hombres de piedra, dentro del Festival de Otoño de Madrid.
Con el don de la simultaneidad, participarán en la II Muestra de Teatro Independiente y en los II Encuentros Coreográficos. Además, a modo de editorial, han presentado la revista Claves y el segundo número de Cuadernos de Teatro.
Al servicio de los creadores
Tamaña hiperactividad, dirían los mal pensados, no es más que el fruto de los méritos de la presentación. "Pero tampoco somos un teatro tan pequeño. Más que la cantidad, que nos importa mucho", comenta Juan Muñoz, "hay algo que queremos destacar en lo que sería nuestra declaración de principios: el teatro Pradillo nace al servicio de los creadores. Si no lo cumplimos, habremos olvidado nuestro verdadero objetivo. Además somos muy viciosos y esto es como un saco sin fondo. Con dinero para hacer cinco montajes haremos ocho".
Todo este aluvión de actividades se completarán con el intercambio de producciones con otras compañías similares que estén sobradamente asentadas en las principales capitales de Europa.
El teatro Pradillo ocupa el número 12 de la calle del mismo nombre, muy próximo al edificio de los juzgados, conocido también como el palacio de los matrimonios; pero ésa es otra función.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.