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ETA se atribuye el asesinato de un ex policía expulsado por tráfico de estupefacientes

La organización terrorista ETA reivindicó ayer el asesinato de Francisco Almagro Carmona, de 30 años de edad, natural de Granada, ex policía nacional expulsado del cuerpo en el año 1980 bajó la acusación de tráfico de estupefacientes, quien la pasada madrugada fue tiroteado por una persona cuando regresaba a su domicilio en el barrio pamplonés de Rochapea.

Francisco Almagro, casado y con dos hijos, fue expulsado del Cuerpo Nacional de Policía cuando estaba destinado en la comisaría de Benidorm (Alicante), según informó la Delegación del. Gobierno en Navarra. Durante sus años de estancia en Pamplona nunca fue detenido o procesado por acusaciones vinculadas al tráfico de drogas ni existió cargo judicial alguno contra él, informaron ayer fuentes oficiales.Francisco Almagro entró, hacia las 0.30 de ayer domingo, en el portal de su domicilio, en la calle Travesía de las Huertas, número 7, del barrio de Rochapea, de Pamplona. Pocos instantes después los vecinos escucharon cuatro detonaciones y a una persona que salió del portal y tras cruzar la calle se montó en la parte trasera de una furgoneta modelo Renault 4, de color blanco y matrícula de Navarra 2588N, que había sido robada a punta de pistola. Los ocupantes del vehículo se dieron a la fuga a gran velocidad en dirección a la calle de Joaquín Beunza.

Poco después varias personas bajaron al portal y hallaron el cuerpo sin vida del ex policía tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre.

La policía encontró en el portal cuatro casquillos de bala del calibre 9 mm. parabellum, munición habitualmente utilizada por la organización terrorista ETA. Francisco Almagro murió en el acto a consecuencia de la gravedad de los disparos efectuados contra él a quemarropa.

Uno de los vecinos, testigo presencial del hecho, señaló que el asesinado, que vivía en el cuarto piso del inmueble, era acusado en el barrio de ser un camello. Almagro vivía con su mujer y sus dos hijos, un chico de unos siete años de edad y una niña nacida el pasado mes de septiembre. "La verdad es que subían y bajaban muchas personas desconocidas a su casa. Nosotros no sabemos en qué trabajaba", añadió la vecina, que no quiso identificarse, "aunque creo que no tenía ningún empleo. Tanto él como su familia no mantenían apenas relación con el vecindario", añadió.

La delegación del Gobierno informó que sobre la 1.10 de la madrugada una voz anónima de mujer reivindicó en nombre de ETA, y en llamada telefónica efectuada a la central de la Asociación de Ayuda en Carretera de Pamplona (DYA), el robo de una furgoneta, señalando que dos personas se hallaban atadas a un árbol en un pinar cercano a los depósitos de agua de la localidad navarra de Arre, situada junto a Pamplona.

La Guardia Civil se desplazó a la zona y realizó un primer reconocimiento poco después sin descubrir a los secuestrados. Hacia las 6.30, ya con luz natural, la Guardia Civil los halló y liberó a estas dos personas, un hombre y una mujer.

Acusaciones públicas

El asesinato del ex policía Francisco Almagro ha sido el último capítulo de una serle de acusaciones públicas que se han venido formulando en su contra en los últimos meses a raíz de la denuncia de los vecinos del barrio de Rochapea sobre el incremento del tráfico y consumo de drogas en esta zona de la capital navarra.Una denominada. asamblea antidroga del barrio lo citó públicamente en varios comunicados escritos, indicando, sin dar su nombre, que un ex policía nacional vecino del barrio era "uno de los más conocidos traficantes de drogas" del mismo y que actuaba con total impunidad.

En Rochapea la acusación de camello era ampliamente conocida y la tensión había crecido en los últimos meses. Los vecinos de esta zona, encabezados por el movimiento antidroga Askagintza, vinculado a la izquierda abertzale, realizaron manifestaciones ante el Ayuntamiento y llegaron a lanzar, semanas atrás, jeringuillas y limones contra los concejales durante un pleno municipal.

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