El Ayuntamiento quiere crear 200.000 plazas de aparcamiento disuasorio al borde de la M-40
El Ayuntamiento de Madrid quiere crear 200.000 plazas de aparcamiento en nueve puntos distintos de la M-40 con el fin de que los vecinos de la periferia puedan, desde estos lugares, entrar al casco central de Madrid en tren o metro. Cinco de estas zonas están conectadas actualmente con la red de cercanías, pero el resto no tendrá acceso al metro si no se invierten 51.000 millones en prolongar cinco líneas. El Ayuntamiento cree que parte de la financiación puede ser aportada por los particulares que exploten las zonas comerciales y de oficinas que se crearán junto a los estacionamientos.Sobran 200.000 vehículos de Madrid. Ése parece ser el número ideal de coches a eliminar para agilizar el tráfico. Así lo pretendía la propuesta que realizó el PSOE hace 15 días de prohibir circular un día a la semana a los coches, según el número final de la matrícula. Y eso quiere intentar la Concejalía de Estudios y Prospectiva, de la que es responsable el popular Pedro Ortiz, que tiene otro plan: crear plazas de aparcamiento lejos de la ciudad.
El Ayuntamiento quiere conseguir que al menos 200.000 de los 650.000 automovilistas que diariamente entran en Madrid desde la periferia aparquen su coche en 10 estacionamientos situados en el borde exterior de la M-40 y cojan el metro o el tren.
Más kilómetros de metro
De las zonas elegidas, cinco no tendrían problemas de conexión con el transporte colectivo. Los aparcamientos que darían servicio al área de Pozuelo, Alcorcón, Getafe y a la zona norte, en Pitis, tienen acceso a líneas de cercanías. El problema está con los proyectados para las zonas de Hortaleza, Coslada, Vicálvaro, Vallecas y Villaverde.En estos últimos, la estación más próxima del metro queda a una distancia de entre uno y cinco kilómetros. En total habría que construir 17 kilómetros para prolongar cinco líneas. Las ampliaciones afectarían a las cabeceras de Esperanza (que debería llegar al estacionamiento de Hortaleza), Las Musas (a Coslada), Pavones (a Vicálvaro), Portazgo (a Vallecas) y Legazpi (a Villaverde).
Parte de los 51.000 millones de pesetas que habría que invertir en la ampliación de las líneas pueden salir, cree Ortiz, de la iniciativa privada que explote las zonas comerciales.
Las 10 áreas de servicios proyectadas, que no podrían construir antes de cuatro o cinco años, servirían de núcleo de las unidades de desarrollo equilibrado (UDE) que, según Ortiz, se pretende crear en aquellos cuadrados formados entre la M-40 y la M-50 y las carreteras radiales. "Son zonas que deben dotarse de equipamiento equilibrado y que deben tener servicios comerciales, oficinas, parque empresarial, centros culturales, viviendas y cabeceras de metro o ferrocarril".
