Desde un oscuro túnel
Le escribo desde un oscuro túnel en el que paso largos y perdidos ratos cada semana. El tren está en una de sus absurdas y habituales paradas, y los pasajeros nos agitamos en nuestros asientos con la ya comúnmente aceptada cara de resignación ante la impotencia.Suspiramos, ya nadie protesta; a estas alturas del curso nadie insiste en preguntarse el porqué... Quizá algún esporádico usuario de Renfe no entienda nuestro pasotismo: "Con suerte llegaremos a segunda hora...".
¿Será otra de esas malditas averías técnicas? No lo sé, hoy por lo menos no sale humo, no huele a quemado, había un asiento libre y tengo algún libro para leer. En momentos como éste no puedo evitar recordar el bello texto constitucional que afirma: "Todos tienen el derecho a la educación...", derecho que Renfe perjudica seriamente cuando los sufridos estudiantes tomamos un
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