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Chaves cesará el viernes como ministro de Trabajo

La ministra portavoz del Gobierno anunció ayer que Felipe González cesará, con toda probabilidad, en el Consejo de Ministros del próximo viernes a Manuel Chaves como titular de la cartera de Trabajo. Rosa Conde comentó a los periodistas que le parecía improbable que ese mismo día se produjera el nombramiento del sustituto de Chaves, propuesto ayer oficialmente por la ejecutiva de¡ PSOE andaluz como candidato a la Junta. La decisión de Alfonso Guerra de prescindir, por motivos de desconfianza personal, de José Rodríguez de la Borbolla como candidato a presidente de la Junta de Andalucía ha indignado a personalidades socialistas; entre ellas, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

El cese de Chaves obliga a González a realizar un reajuste inmediato en su Gabinete, sobre todo en un momento en el que el Gobierno tiene abiertas importantes negociaciones en el terreno económico y laboral. Como sustituto de Chaves en el Ministerio de Trabajo el candidato más firme según informan fuentes socialistas, es el actual titular de Agricultura, Carlos Romero. Para el cargo de este último se barajan varios nombres, entre ellos Vicente Albero, que fue presidente y del FORPPA en la actualidad es diputado socialista por Valencia.La actuación de Chaves como ministro de Trabajo fue valorada ayer por los líderes de UGT y Comisiones Obreras durante la conferencia de prensa que realizaron al concluir la entrevista que mantuvieron con el presiden te del Gobierno en el palacio de la Moncloa. Nicolás Redondo señaló que "la segunda etapa de Manuel Chaves como ministro de Trabajo ha sido positiva , de la primera no quiero opinar, aunque es cierto que los últimos meses han hecho que la gestión global pueda considerarse como positiva". Antonio Gutiérrez se limitó a señalar: "Nosotros nunca hemos personalizado en la persona de un ministro los aciertos o fallos que haya tenido ese departamento".

La forma en que se ha producido la nominación del candidato a la presidencia de la Junta andaluza ha provocado malestar en dirigentes socialistas. Algunos de ellos han manifestado que Guerra ha realizado "una cacicada" y presagian el inicio de un movimiento contestatario ante la pretensión del vicepresidente de mantener un control atemorizador en el seno del partido.

La decisión de quién debía ser el candidato a la presidencia de la comunidad andaluza no ha sido debatida en ninguna reunión de la ejecutiva, federal del PSOE .El presidente de la Junta de Andalucía fue informado el pasado lunes en un restaurante de Madrid de que finalmente no va a ser presentado a la reelección.Le dieron la noticia el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas; el secretario general de los socialistas andaluces, Carlos Sanjuán, y el secretario federal de Finanzas, Guillermo Galeote, estos dos últimos destacados guerristas.

Discutir y votar

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Desde el punto de vista formal, estos nombramientos corresponden al Comité Federal del PSOE -máximo órgano entre congresos-, pero en la última reunión que celebró delegó la designación en un comité de listas formado para las elecciones autonómicas gallegas. Con todo, algunos miembros de la ejecutiva federal consideran que una decisión de esta envergadura política merecía haber sido discutida, e incluso sometida a votación, en el principal órgano ejecutivo del partido. Lo que ha ocurrido resulta tanto más grave, según algunos dirigentes, cuanto que se añade a otros casos parecidos, en los que la ejecutiva ha quedado marginada.

Fuentes socialistas aseguraron ayer que el ministro de Economía, Carlos Solchaga, ha encajado con gran disgusto la actitud de Alfonso Guerra, interpretada por otros dirigentes socialistas como un alarde de poder, en un momento en que precisamente está cuestionada su moralidad pública por el comportamiento que ha tenido ante los negocios de su hermano Juan. El Ministerio de Economía tiene conocimiento desde finales de enero de que Juan Guerra es titular de una cesión de crédito por 20 millones de pesetas no declarada a Hacienda, así como de otras graves irregularidades fiscales, que están siendo investigadas.

Solchaga mantiene históricamente una actitud muy crítica hacia Alfonso Guerra. Pero hasta el momento ha planteado la batalla por su cuenta, sin establecer una coordinación con dirigentes socialistas partidarios también de poner coto al guerrismo o de promover cambios en el PSOE.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, además de considerar como una advertencia lo que Alfonso Guerra ha hecho con Rodríguez de la Borbolla, ha manifestado en conversaciones privadas que resulta inaceptable que en el PSOE funcione un poder intimidatorio, que gratifica a los incondicionales y combate a quienes preservan su independencia.

El presidente del Gobierno, Felipe González, comunicó personalmente a Rodríguez de la Borbolla, el pasado 28 de marzo, en una conversación que no había trascendido hasta ahora, que él era partidario de presentarle a la reelección, según fuentes próximas al presidente andaluz. El argumento de González fue que el candidato del partido debía ser la persona más aceptada por los ciudadanos según los sondeos de opinión.

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