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La esposa del juez Forteza acusa a su inarido del defito de coacciones

El magistrado valenciano Guillermo Forteza compareció ayer ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia acusado por su esposa, Carmen Sanz, de un presunto delito de coacciones. El fiscal del caso, que en esta ocasión es el fiscal jefe de la Audiencia Territorial de Valencia, Enrique Beltrán, solicitó dos años de destierro del término municipal de Valencia y dos multas de 30.000 y 5.000 pesetas, respectivamente. Por su parte, el abogado de Forteza, Jesús Sancho Tello, pidió la libre absolución de su defendido. Forteza fue suspendido en sus funciones, por un año, por el Consejo General del Poder Judicial en febrero de 1987 por 'Talta muy grave" al presionar a otro juez frente a un médico, por supuestas desatenciones de éste a su esposa.Según explicó el fiscal, Forteza envió el pasado mes de marzo una carta a su mujer en la que le comunicaba "que si solicitaba la demanda de separación o divorcio, o la veía con otro hombre, ella preferiría no haber nacido". Asimismo, Beltrán dijo que en otra ocasión el inculpado se personó por la noche en el domicilio de su mujer, acompañado de varios coches de la policía, y exigió ver al hijo de ambos.

A petición del fiscal, se leyó también el informe médico elaborado por dos fórenses. Según el citado estudio, Forteza padece un "trastorno delirante de tipo paranoico que disminuye su capacidad de raciocinio en lo relativo a su esposa". Los forenses también afirman que su personailidad está enmascarada por este trastorno crónico, atenuable con un tratamiento.

El amor y los celos

Tras la declaración de los fórenses, Guillermo Forteza, visiblemente alterado, se levantó del banquillo de los acusados y abandonó la sala. Ante esta actitud, el juez ordenó a la policía que controlara sus acciones. El abogado alegó que Forteza actuó impulsado por los celos y por un ansia de renovar la vida matrimonial con su esposa. "Los celos y el amor van intrínsecamente unidos. No pensaréis que él iba a resignarse a que su mujer lo coloque dentro de la escala zoológica, en esa especie que consagra nuestra fiesta nacional", dijo.

El abogado de Forteza se refirió al abandono de hogar por parte de la esposa y afirmó: "La moral, la ética del matrimonio, a pesar de las libertades, que yo no diría libertades, sino libertinaje, no consiente que una persona casada pueda abandonar su hogar cuando le venga en gana. En esta ocasión, la mujer ha sacrificado al hombre en función de sus propios intereses".

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