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El Vaticano califica de blasfemo el libro 'Versículos satánicos', de Salman Rushdie

El Vaticano ha roto su silencio sobre el caso Rushdie y ha califlicado de "blasfema" su obra Versículos satánicos. La dura réplica contra Rushdie ha aparecido en el diario oficioso vaticano L'Osservatore romano, sin firma, lo que le confiere aún mayor autoridad. "La novela", dice el artículo, "resulta ofensiva para millones de creyentes. Su conciencia religiosa y su sensibilidad ofendidas exigen nuestro respeto. La fidelidad a nuestra fe nos pide que deploremos cuanto de irreverente y de blasfemo contiene el libro".

La palabra "blasfemo" aparece repetidamente en el texto de L'Osservatore romano, que ataca también las motivaciones alegadas por los editores para la publicación del libro. "No es la primera vez", afirma el Vaticano, "que apelando a motivos artísticos o a principios de libertad de expresión se intenta justificar el uso impropio de textos sagrados o de elementos religiosos que después, a fin de cuentas, resulta blasfemo". El artículo al final afirma que la solidaridad hacia los que "se habían sentido heridos en su dignidad, no puede, sin embargo, separarse de la petición para que "se abandonen las actitudes de odio que saben a ofensa a Dios y a los principios de ética natural". Y añade que al Vaticano le preocupa sobre todo el que puedan pagar ahora en esta historia "ciudadanos inocentes".Por otra parte, el grupo integrista islámico Guardianes de la Revolución ha amenazado con dinamitar la tumba del autor de La divina comedia, Dante Alighieri, por enviar al profeta Mahoma al infierno literario. Mauro Dragoni, el alcalde de la localidad de Rávena, donde se encuentra la tumba de Dante, ha recibido una carta de este grupo en la que se le pide que declare que "Dante mintió y que sus versos no pueden ser nunca más leídos o estudiados". En La divina comedia se describe a Mahoma postrado en el infierno en un pozo reservado a los traidores.

Paralelamente, un grupo desconocido prendió fuego a una librería en la ciudad italiana de Parma, que vendia ejemplares de Versiculos satánicos. La citada librería pertenece al grupo editorial Mondadori, que ha decidido publicar el libro de Rushdie pese a las amenazas.

Crisis irano-británica

Las relaciones diplomáticas entre Irán y el Reino Unido parecen definitivarnente encaminadas a la ruptura, tras unas declaraciones emitidas ayer por la agencia oficial iraní IRNA. Según la agencia, los comentarios emitidos por Margaret Thatcher y por dos de sus ministros la semana pasada en los que lamentaba el daño causado por la publicación son insuficientes para evitar que se cumpla la decisión de ruptura prevista por el Parlamento iraní para mañana.

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Las amenazas contra Rushdie, que sigue oculto en el Reino Unido bajo protección policial, se multiplicaron ayer. El líder libio, Muammar el Gaddafi, calificó de "admirable" el decreto religioso emitido por el ayatolá Jomeini pidiendo la muerte de Rushdie. "El apóstata de origen indio cometió un crimen imperdonable", dijo Gaddafi tras reunirse en Trípoli con un representante del parlamento iraní, según la agencia Irna. Gaddafi calificó la publicación de Versículos Satánicos como "una conspiración sionista-imperialista".

El Frente Popular de Liberación Palestina-Consejo General, grupo palestino radical dirigido por Ahmed, Jibril y con sede en Siria, fue más allá y se mostró dispuesto ayer en un comunicado a "asesinar, allí donde se encuentre" a Rushdie. Un portavoz del Frente dijo más tarde que la nota representa, "ciertamente, una condena a muerte" contra el escritor. El grupo de Jibril, bien armado y resuelto, es considerado por diversos cuerpos policiales de Occidente como responsable de numerosos atentados terronstas.

La primera ministra de Paquistán, Benazir Buttho, tambien musulmana, puso sin embargo una nota discordante ayer al declarar que los musulmanes deberían haber ignorado el libro, en lugar de concentrar sobre la novela la atención del mundo entero con su campaña. La líder paquistaní, país que ha prohibido la novela, declaró en una entrevista con la BBC británica que los fundamentalistas islámicos están contribuyendo a difundir la blasfemia con su ruidosa y publicitaria campaña.

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