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Pilotos franceses realizaron misiones en favor de Irak, según 'Le Canard Enchaîné'

Pilotos franceses participaron en numerosas misiones durante la guerra Irán-Irak, enrolados en las filas iraquíes, según afirma el semanario satírico Le Canard Enchainé en el número que ayer se puso a la venta. Los militares franceses pilotaban, junto a sus alumnos iraquíes, cinco aviones Super-Etendard, prestados por Francia a Irak, y que fueron repintados a bordo de un portaviones francés en aguas del Mediterráneo, afirma el semanario.

El Ministerio de Defensa no emitió ayer ninguna reacción oficial a la información y la Embajada de Irak en París la calificó de "infundada".La intervención directa de Francia en la guerra irano-iraquí se produjo, de acuerdo con las revelaciones de Le Canard, que no excluye la participación de los pilotos franceses en combates, entre octubre de 1983 y 1985, es decir, durante un período particularmente sangriento del conflicto. En esa época el Ministerio de Defensa francés estaba ocupado por el socialista Charles Hernu, que dimitió en septiembre de 1985, a raíz del escándalo Greenpeace, la operación en la que los servicios secretos franceses hundieron el barco de la organización ecologista Rambow Warrior, anclado en el puerto neozelandés de Auckland. Un fotógrafo portugués resultó muerto.

Le Canard asegura que el 26 de mayo de 1983, después de algunas dudas del presidente de la República, François Mitterrand, se llega a un "acuerdo secreto" con Irak para el envío de los Super-Etendard. En febrero, el semanario había publicado que Francia iba a vender a Irak este tipo de aparatos, equipados con misiles Exocet, pero Hernu lo desmintió diciendo que Irak no los necesitaba y que, además, ya no se fabricaban.

El 2 de junio Hernu firma un acuerdo con los fabricantes de los aviones, las empresas Dassault y Snecma. Durante 14 semanas, pilotos y técnicos iraquíes reciben clases de formación en la base de Cuers.

Por diversas razones, la entrega de los aviones se retrasa. Pero el 7 de octubre de 1983 los cinco Super-Etendard abandonan la base bretona de Landivisiau y, tras una escala en Córcega, se posan en el portaviones Clemenceau, en el Mediterráneo. Allí, afirma el semanario, los aviones son repintados con los colores iraquíes, mientras que los pilotos que los conducen viajan sin documentación y sin ningún distintivo en sus uniformes.

A partir de ahí, la colaboración militar francesa se traslada a Bagdad. Una treintena de militares, entre ellos siete pilotos, además de técnicos de las empresas Dassault, Snecma, Aérospatiale y Matra, se instalan en Irak para participar en vuelos de puesta a punto, instrucción y reconocimiento y en labores de apoyo logístico.

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En 1985, Irak devuelve los aviones, y los Super-Etendard son sustituidos por los Mirage. Bagdad ha comprado a Francia 140 Mirage,

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