Los obispos de Vic, Solsona y Tarragona comparan los juegos de azar con la droga
Los obispos de Vic, Solsona y Tarragona consideran los juegos de azar como una droga colectiva que esclaviza al hombre, según se afirma en un editorial de la Hoja Diocesana oficial de estos tres obispados catalanes.La publicación sostiene que entre los innumerables concursos de la televisión y la radio, las muchas máquinas tragaperras, los cupones y otros sorteos, nuestro país se ha convertido en una potente y peligrosa fábrica de juegos de azar y su profusión es como una droga colectiva".
El artículo continúa afirmando que el juego de azar es una "droga para los usuarios, porque generalmente los más faltos de recursos ven en ellos el puerto de salvación; droga para la Hacienda pública que sin demasiado esfuerzo consigue grandes y fáciles beneficios; y droga para todos los demás, que nos vemos continuamente asaltados por la publicidad de todo tipo".
Los obispos señalan que el juego es positivo como ocio y pasatiempo, pero agregan que "cuando produce un desmesurado afán de enriquecimiento, cuando se gasta en él el dinero muchas veces imprescindible para el mantenimiento de una familia, cuando por el síndrome del juego se cae muchas veces en la angustia e incluso en la deseperación, entonces se convierte en un laberinto sin salida, en una realidad alienadora, en una fuente de tensiones y desquilibrios".
