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Las elecciones muestran un México partido en tres

Antonio Caño

Las elecciones celebradas el pasado miércoles en México muestran que el país se encuentra prácticamente dividido en tres sectores: entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de Acción Nacional (PAN) y la izquierda, agrupada en torno a Cuauhtémoc Cárdenas y su Frente Democrático Nacional (FDN). Lado, con el acuerdo de los pa comisión electoral ha decidirtidos políticos, no facilitar resultados oficiales definitivos hasta el próximo domingo, pero los datos extraoficiales conocidos anuncian que la victoria del PRI, de producirse finalmente, será por un margen muy estrecho de votos.

Esta situación era reconocida ayer por funcionarios del PRI, el partido que ha ocupado de forma monopolizadora el poder en los últimos 60 años y era considera da como una verdadera revolución electoral por los observadores. El candidato presidencial del PRI, Carlos Salinas, también admitió los avances electorales de la oposición y anunció que esto supone el inicio de una nueva realidad política en México.

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Pese a los resultados adversos en varias regiones del país, que podrían dar a Salinas poco más del 40% de los votos -en con traste con el 72% de respaldo al canzado por Miguel de la Madrid en 1982 y el 98% de José López Portillo en 1976-, el candidato del PRI declaró ayer a la Prensa local que "nada se perdió se ganó a favor de la democracia".

El ministro de Gobernación Manuel Bartlett, anunció que alin faltan por llegar hasta la corriísión electoral federal resulta dos de muchos lugares del país y decidió que los resultados prevíos sólo se le faciliten directa rnente a los partidos políticos Éstos, incluido el PRI, han acep tado esta decisión, mientras que la. oposición ha criticado el hecho & que Salinas se proclamase el jueves como presidente antes de haberse hecho públicos los resul tados oficiales.

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Reñida lucha

Los datos extraoficiales facilitados por partidos políticos y asociaciones ciudadanas sobre varios Estados del país coinciden en una reñida lucha por la presidcncia. Cuauhtémoc Cárdenas parece confirmarse como primera fuerza de la oposición con su victoria prácticamente asegurada en el Distrito Federal y en otros tres Estados del sur del país. Asimismo, el Frente Democrático Nacional (FDN) reclama su victoria en el Estado de Guerrero, en la costa del Pacífico, donde se han denunciado graves irregularidades.

El PAN se perfila como vencedor en el Estado de México y le disputa al PRI el triunfo en varias entidades del norte del país. Cuenta con la victoria asegurada en la localided más populosa de la frontera con Estados Unidos, Ciudad Juárez, y podría aspirar a conseguir el segundo lugar, por delante del PRI, en la capital de la nación.

Fuentes oficiales del PRI reconocen muchas de estas derrotas y aseguran que los resultados oficiales serán aceptados en su totalidad. Uno de los primeros éxitos de este proceso electoral podría ser la derrota de lo que Salinas llamó la subcultura del fraude.

Sólo el candidato del PAN, Manuel Clouthier, sigue insistiendo en denunciar "un fraude espantoso en todo el país" y ha convocado para hoy una marcha "por la democracia" en la capital. Cárdenas, por su parte, ha adelantado que no solicitará la repetición de los comicios, y sólo pide el reconocimiento de los resultados que se produzcan.

La Iglesia católica, que advirtió que seguiría con atención la posible comisión de un fraude, dijo coincidir con la apreciación del ministro de Gobernación en el sentido de que la jornada electoral no fue fraudulenta. Observadores independientes destacan que, aunque se han producido más de un centenar de irregularidades comprobadas, éstas parecen no haber afectado de forma determinante a los resultados totales de los comicios.

Todo el marco en el que se está desarrollando esta competencia electoral, pese a la confusión creada por la lentitud del recuento, resulta en México tan sorprendente como esperanzador. Durante más de medio siglo las elecciones sólo habían servido en México para ratificar al sucesor designado por el presidente en ejercicio. Las del pasado miércoles han valido, sin embargo, para trazar, por primera vez, el mapa político del país.

Credibilidad

Carlos Salinas parece haber librado, según fuentes próximas, una fuerte lucha dentro de su propio partido para intentar cumplir con su primera promesa de campaña, la de que los resultados electorales fueran creíbles. En la noche del miércoles se vio superado por un aparato que anunció una victoria "contundente" y sembró las dudas del carro completo. Pero su reacción, el jueves, reconociendo el avance electoral de la oposición alentó a quienes esperan el inicio de un dificil proceso de cambio.

Fuentes del PRI próximas a Salinas aseguran que existe un gran descontento en círculos sindicales por.la previsible derrota de su candidato al Senado por el Distrito Federal, Joaquín Gamboa, que invirtió parte de su millonaria fortuna para conseguir el escaño.

Ese malestar parece generaflzable a otros miembros del partido derrotados en estas elecciones y a los que se trata ahora de exigir respeto al voto. Las mismas fuentes descartan que la vieja guardia del PRI pueda todavía intentar la alteración de los resultados y aseguran que, en los puestos claves de cómputo de votos, Salinas ha colocado a hombres de su máxima confianza.

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