Una mujer envenena a su hija de tres años e intenta suicidarse
Caria Lleidas Valbuena, de tres años de edad, murió envenenada por los barbitúricos que supuestamente le suministró su madre, María Ena V. G., de 29 años, que intentó quitarse la vida por el mismo procedimiento, según informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.El suceso, que se produjo la semana pasada, fue descubierto por Fernando S. S., el hombre que actualmente convive con María Ena, cuando llegó a su domicilio de la calle Pinar del Rey, en el distrito de Chamartín. En ese momento encontró a madre e hija, que yacían juntas e inconscientes en la misma cama.
Fernando trasladó a María Ena y a Caria hasta el hospital Ramón y Cajal, donde los facultativos comprobaron que la niña había muerto como consecuencia de la ingestión de barbitúricos. La madre se hallaba en estado crítico, pero los facultativos lograron su recuperación.
La autoridad judicial conoció lo ocurrido a través del parte remitido por los médicos y ordenó que inspectores de la comisaría del distrito de Chamartín se ocuparan de aclarar lo ocurrido.
Los agentes comprobaron que en la vivienda había una nota en la que María Ena había escrito: "No puedo seguir. Tengo miedo de vivir. Tengo ganas de morir. Mi hija va a ser una desgraciada, como yo, y por eso me la llevo conmigo. Os agradezco la ayuda que me habéis dado, pero mi cabeza sólo piensa en la muerte".
Según fuentes policiales, María Ena estaba sometida a tratamiento psiquiátrico y en repetidas ocasiones había comunicado sus deseos suicidas a su compañero sentimental, con el que convivía desde hace varios meses.
La presunta parricida estaba separada amistosamente de su marido y fruto de sus relaciones matrimoniales era la pequeña Carla. El ex esposo de la citada mujer se encuentra actualmente hospitalizado debido a una enfermedad, según indicaron fuentes policiales.
Fernando, el compañero de María Ena, ha declarado en la comisaría que ésta le había expresado sus deseos de quitarse la vida, pero que él no le dio demasiado crédito, puesto que la mujer solía pasar por frecuentes etapas depresivas.
