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El cura de Lugo suspendido por el obispo por ejercer de alcalde abandona la política

Manuel Cabana Fernández, alcalde del municipio lucense de Cospeito y sacerdote en cuatro parroquias de este municipio, anuncié ayer su intención de abandonar las actividades políticas que venía manteniendo desde hace nueve años tras su enfrentamiento en las últimas semanas con el obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, que lo suspendió del ejercicio pastoral mientras no abandonase sus cargos en el Ayuntamiento y en la Diputación Provincial de Lugo.Cabana Fernández, que en principio afirmó que se mantendría al frente de la alcaldía y de las parroquias aunque le excomulgaran, en atención a las peticiones de sus vecinos y feligreses, y que ofició varias misas pese a la suspensión, anuncié su intención de dejar el Ayuntamiento en el transcurso ole un acto religioso celebrado ayer. De igual forma, el obispado de Mondoñedo-Ferrol hizo público un comunicado en el que señala que tras una reunión entre Crea Escolano y Cabana Fernández para buscar una salida al conflicto, y "después de una sincera reflexión y un diálogo sereno", ambos llegaron al acuerdo de restablecer por ambas partes la plena comunión eclesial", pidiéndose mutuamente "perdón por las faltas de entendimiento por los perjuicios que hayan podido entorpecer su "esfuerzo de diálogo y comprensión".

En el comunicado se señala también que, tras múltiples gestiones y entrevistas, se disponen ambos "a ofrecer un gesto público de reconciliación". "Yo, como obispo de la diócesis, renuncio a imponer al párroco Manuel Cabana la pena canónica de suspensión a divinis por la falta de obediencia que supuso el ejercicio del ministerio parroquial en contra de la decisión del obispo y le mantengo al frente de las parroquias que venía rigiendo hasta la fecha en las mismas condiciones que los demás sacerdotes de la diócesis", continúa la nota.

Sacrificios

En cuanto a Manuel Cabana, el comunicado dice: "Opto libre y conscientemente por mantener ante todo mi condición de sacerdote al servicio del ministerio parroquial, y me decido a renunciar para ello al cargo político de alcalde y eventualmente de diputado provincial, aun a sabiendas de que esta renuncia me supondrá costosos sacrificios en mi situación personal y en mis relaciones públicas". Ambos piden a los vecinos y feligreses de Cospeito "que interpreten esta decisión como un esfuerzo en favor de la paz y de la reconciliación, y que no provoquen con sus manifestaciones nuevos enfrentamientos y discordias".

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