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Los españoles, muy satisfechos con su vida familiar

El dato más significativo que arroja la encuesta realizada para EL PAIS por el Instituto Demoscopia es que la población española se otorga una puntuación media, con respecto al grado de satisfacción con su vida familiar o en el hogar, de 7,4 en una escala de 1 a 10. Es decir, notable, si se manifiesta en términos de calificación escolar. Las dos terceras partes de los encuestados manifiestan que tienen las mismas ideas básicas que sus padres respecto a la religión, la moral y los problemas sociales. Pero esa identidad disminuye, en cambio, en el terreno de la política y el sexo. Similar situación se da en el seno de las parejas.

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Este sustancial nivel de complacencia con la propia familia se presenta, en esencia, de forma homogénea por todo el territorio y en todos los grupos y sectores sociales. Si acaso, cabe encontrar un nivel de satisfacción con la vida familiar algo superior a la media en Galicia (8,3), Canarias (8,0) y País Vasco (7,9), y entre las personas de 36 a 45 años (7,8). Pero no existen diferencias apreciables en función del sexo, clase social, creencias religiosas o políticas.Otro tanto ocurre con el nivel de satisfacción respecto de la. relación con la pareja, sólo que es aún más elevado: la media para el conjunto de los españoles es de 8,3. Las únicas diferencías apreciables en cuanto a grado de satisfacción con la relación de pareja se detectan en función de la edad.

Conflicto intergeneracional

En esta encuesta, dos de cada tres españoles dicen que tienen (o tenían) las mismas actitudes básicas que sus padres respecto de la religión, la moral y los problemas sociales. La identidad global padres / hijos baja, en cambio, a sólo el 44% en el caso de la política, y a únicamente el 32% en las cuestiones relativas al sexo. Es decir, la quiebra o el conflicto intergeneracional tiende a concentrarse fundamentalmente en lo referido a la política y al sexo.En cuanto al grado de coincidencia o identidad entre las parejas en esas mismas cinco grandes áreas (religión, moral, poblemas sociales, política y sexo), lo destacable es lo elevado y homogéneo que resulta ser. El 82% de los encuestados dice que tiene en el aspecto religioso las mismas actitudes que su pareja. Ese porcentaje sube ligeramente (85%) con respecto a los problemas sociales.

La identidad en las actitudes de los dos miembros de la pareja desciende, en cambio, en el terreno de la política y el sexo al 74% y al 79%, respectivamente.

Como puede verse, en todas las generaciones de matrimonios o parejas existe un elevado y paralelo grado de acuerdo: los matrimonios -o parejas-, en nuestro país, se llevan en líneas generales bien; comparten las mismas ideas o valores, cualquiera que sea su edad.

Dentro de esta pauta general, resulta sin duda destacable el hecho de que el grado de coincidencia acerca del sexo presente, dentro de los matrimonios o parejas de las distintas edades, un perfil de fluctuación que resulta ser milimétricamente paralelo al de las variaciones en cuanto a satisfacción con la vida en pareja.

Lo cual parece sugerir que dicho grado de satisfacción con la vida conyugal o de pareja tiende a guardar una relación estrechamente paralela con el grado de entendimiento en cuestiones sexuales.

Uno de cada cinco españoles (el 19% exactamente) tiene en su familia inmediata (padres, hijos, hermanos, cuñados, tíos) algún caso de separación o divorcio. Más de uno de cada tres (el 35%), por otro lado, sabe de algún caso de divorcio o separación entre sus amigos más cercanos.

Poniendo estos datos de opinión en perspectiva con el número de hogares y su tamaño medio, la estadística arrojaría más de un millón de personas que en algún momento se han separado de hecho o de derecho.

La clara mayoría absoluta de estas personas (62%) considera que dichos separados/as o divorciados/as están ahora, en general, mejor que antes de su separación o divorcio (sólo un 10% considera, en cambio, que están igual, y únicamente un 13% que están peor).

Esas personas conocidas (familiares o amigos) han reanudado una vida en pareja en el 43% de los casos: el 19% se ha vuelto a casar y el 24%. restante vive con otra persona.

El 45% de los encuestados considera que, en la familia en la que nació, padre y madre eran igual de importantes. Casi un tercio (35%) considera, en cambio, que era más importante el padre, y sólo uno de cada seis (17%), que lo era la madre. En todo caso, es de resaltar que el padre aparece mencionado en segundo lugar en cuanto a importancia, pero es la madre la que aparece en ese puesto por encima del padre en cuanto a influencia. Entre los españoles más jóvenes, la madre aparece mencionada con clara mayor fuerza que entre los de las demás edades como la figura parental que más les ha influido.

Ficha técnica

Esta encuesta, realizada por el Instituto Demoscopia para EL PAIS bajo la dirección de los sociólogos Rafael López Pintor y José Juan Toharia, catedráticos de la universidad Autónoma de Madrid, fue hecha entre los días 8 y 13 de este mes de diciembre sobre una muestra de 1.200 personas mayores de 18 años y ambos sexos, representativa de la población residente en la Península, Baleares y Canarias. Tiene un nivel de confianza del 95,5% y un margen de error de ± 2,7 para datos globales.

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