Nicolás Redondo renuncia a participar como delegado en el próximo congreso del PSOE
El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, no participará como delegado en el 31º Congreso del PSOE. El presidente del Gobierno y secretario general del partido, Felipe González, conoce esta decisión, así como algunos miembros del PSOE vasco, cuya delegación encabezó Nicolás Redondo en el anterior congreso federal. La postura del líder ugetista es un indicio más de la separación creciente entre ambas organizaciones, pero no supone una consigna con el mismo sentido al conjunto de UGT.
"Yo de delegado no voy", afirmó ayer Nicolás Redondo en una breve conversación con este periódico. "Pero sí acudiré saludar al congreso, si el partido me invita", añadió. Tradicionalmente, los secretarios generales de la Unión General de Trabajadores y de las Juventudes Socialistas pronuncian discursos ante los delegados al congreso socialista, a título de organizaciones fraternales del PSOE.Nicolás Redondo acepta que su decisión de no participar como delegado puede provocar algunas críticas, "pero si hubiera ido como delegado también me criticarían. Algunos dirían: 'Ya está Nico agitando el congreso'. He dado a conocer mi decisión, y no creo que nadie deba preocuparse por ello". Con su renuncia a participar como delegado no tendrá derecho a voto en el congreso socialista, y sólo tendrá voz en la medida en que pronuncie un discurso de saludo.
Redondo negó que su actitud forme parte de sugerencias o instrucciones a los ugetistas para que se abstengan de acudir al congreso del partido. "Desde la ejecutiva nadie ha dado o va a dar consignas o indicaciones a los compañeros. En absoluto: somos muy escrupulosos. No se va a producir, siquiera, una reflexión colectiva sobre eso. Cada organización debe ocupar su espacio, y eso nos obliga a no dar sugerencias, ni siquiera privadas".
El líder ugetista dio idea clara del fondo de esta decisión al decir que "ir al Congreso del partido o no ir es una decisión personal de cada afiliado, como miembro del PSOE y en función de que sea elegido para ello. Como no somos parte del partido, ni tampoco una fracción del mismo, cada militante acudirá o no en una opción personal como miembro del PSOE".
"Cada vez que nos oponemos a una medida del Gobierno, se dice que nos hemos radicalizado", continuó Redondo. "Luego vienen las descalificaciones. Hay una cierta dificultad para dar a conocer nuestros criterios. Quiero que quede bien claro: nuestra postura es estrictamente sindical; hay que clarificar las responsabilidades del Gobierno, del partido y del sindicato".
Ex portavoz
Este nuevo paso en la escalada entre el partido socialista y UGT se produce cuando ha comenzado la primera fase de la elección de delegados al congreso socialista, en un proceso que terminará a finales de este mes. Dos organizaciones diferentes, cada una en su papel: ésta es la imagen que se quiere transmitir desde UGT.Fuentes del PSOE recuerdan que Nicolás Redondo fue el portavoz de la delegación de Euskadi en el anterior congreso federal, celebrado en 1984. Ello le colocó en una posición de cierta incomodidad, entre otras razones porque prácticamente se vio forzado a renunciar a la defensa de la postura ugetista sobre la Alianza Atlántica, que era contraria a la de Felipe González.
En las ocasiones anteriores Redondo había participado de forma intermitente: después del famoso congreso de Suresnes (1974), en que Redondo renunció a la secretaría general del partido -en beneficio de González-, el líder ugetista acudió a algunos y faltó a otros, pero siempre dentro del entendimiento con Felipe González.
Las cosas son distintas ahora. La central socialista se niega a participar en el congreso del PSOE como si fuera el ala izquierda del partido, sometida a un sistema electoral interno que la coloca en el riesgo de ser considerada una minoría. Redondo y la mayoría de la dirección ugetista actual, bastante bien afirmada dentro del sindicato, pretenden mantenerse al margen del congreso del PSOE y reorganizar, desde esta base, las relaciones entre partido y sindicato.
Fuentes sindicales aseguran que no existe una operación en marcha para crear una nueva fuerza política. Según este análisis, UGT ha acentuado su autonomía como reacción a las críticas del Gobierno y de la dirección del PSOE, que han advertido contra la "radicalización sindical" como causa de la posible derrota electoral del Gobierno socialista.
Felipe González ha dicho varias veces que "sólo nuestras propias divisiones internas pueden derrotar el proyecto socialista", y ha puesto el ejemplo de James Callaghan, ex primer ministro británico, como arquetipo de gobernante socialista que fue derribado por la intransigencia sindical. Nicolás Redondo no cesa de repetir, en los últimos actos, públicos que ha protagonizado, la siguiente pregunta: "¿No será que este Gobierno se empeña en repetir los mismos errores que Callaghan?".
Según personas vinculadas al sindicato, "se está produciendo una clarificación respecto a los compañeros: los que están a favor de la línea sindical, que siguen el ejemplo de Nicolás Redondo, y los que prefieren continuar en el partido", en alusión al diputado Justo Zambrana, quien ha renunciado a su cargo sindical y sigue vinculado al Grupo Parlamentario Socialista.
La postura de Nicolás Redondo disminuirá, probablemente, la presencia de sindicalistas en el congreso, pero no logrará reducirla drásticamente, puesto que hay núcleos contrarios a su línea de actuación que están en buenas relaciones con la actual comisión ejecutiva del PSOE. Es el caso de Matilde Fernández, secretaria general de la federación de industrias químicas, o de José Ángel Fernández Villa, líder del SOMA-UGT, el sindicato minero de Asturias.
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