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Numerosos casos de gastroenteritis en la zona norte de Madrid

El aumento de los brotes de gastroenteritis que se han detectado en Madrid desde el pasado mes de septiembre está provocado por algún componente de las algas que crecen en el embalse de Santillana, cuyas aguas son canalizadas a la zona norte de Madrid. Ésta es la hipótesis barajada por los epidemiólogos de la Comunidad de Madrid, que no disponen hasta el momento de estadísticas concretas sobre el aumento de esta enfermedad, que afecta sobre todo a la población infantil.

La gastroenteritis provoca diarrea y vómitos, y se trata con dietas de hidratación y con sulfamidas. El Canal de Isabel II interrupió la distribución de las aguas del embalse de Santillana el pasado 15 de septiembre, según explicó el director gerente, José Rubió. El motivo del corte de este abastecimiento, según Rubió, es que el calor del verano había afectado a las algas que crecen en el agua, provocando un olor y un sabor desagradables.La población afectada por esta agua olorosa, residente en el sector norte de Madrid, continuó notando sus efectos hasta varias semanas después, "porque el agua se mezcla" y no es posible cortarla inmediatamente, añadió Rubió, mientras aseguraba que las comprobaciones diarias del centro que dirige le permitían asegurar fiabilidad absoluta del agua que canalizan. "No nos consta que haya brotes, y ninguna autoridad sanitaria se ha puesto en contacto con nosotros", continuó explicando Rubió desde el telefóno de su vehículo.

Las estadísticas fragmentarias que existen en la Comunidad de Madrid señalan que la incidencia de la gastroenteritis se ha producido en el sector norte de la ciudad, sector que era regado por el embalse de Santillana. Sin embargo, éste no es un fundamento científico suficiente para el director del canal de Isabel II, que afirmó que puede darse otro tipo de causas para este tipo de brotes, que son habituales, según Rubió, en esta época del año.

Sin estadísticas

Fuentes del Insalud justificaron la ausencia de estadísticas sobre la incidencia de la enfermedad porque los centros hospitalarios no tienen obligación de declaración urgente de la incidencia de este tipo de diarrea sobre la población. Las mismas fuentes explicaron que se había detectado un elemento que provocaba toxiinfeción. Dos de los grandes hospitales de Madrid aseguraron que no era posible establecer una estadística de los afectados porque no estaban desglosados.El hospital del Niño Jesús confirmó, por su parte, que 75 niños habían tenido que ser hospitalizados por estos desarreglos, que pueden provocar deshidratación, y que no disponían de los datos de las personas atendidas sin que fuera necesario su ingreso.

Para los epidemiólogos, el agua puede ser sanitariamente correcta y sin embargo poseer algún componente que provoca desarreglos fisiológicos en sus consuimidores. La razón por la cual la población infantil ha sido la más afectada es, según los médicos, porque los niños poseen menor número de defensas.

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El pasado 16 de septiembre, el Canal de Isabel II emitía un comunicado en el que aseguraba que la anomalía que provocaba el sabor desagradable en las aguas del sector norte había quedado subsanada. En este comunicado se desmentía que el crecimiento masivo de algas del embalse de Santillana provocara casos de gastroenteritis.

Inspectores del Ministerio de Sanidad detectaron el brote de gastroenteritis cuando el pasado día dos, en un colegio nacional de sordomudos 80 de los 389 chicos comenzaron a padecer estos desarreglos. Tres de ellos fueron internados durante dos días en el Hospital Provincial. En la actualidad los afectados del Colegio Nacional de educación especial para sordos de Vicálvaro, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, continuan con dietas y su estado es satisfactorio.

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