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En libertad la presunta traficante de heroína a la que se responsabiliza de cinco muertes

Rosenda Muñoz, de 34 años de edad, presunta traficante de heroína cuyo consumo causó, según la acusación que pesa sobre ella, la muerte de cinco yonquis de la localidad de Getafe (Madrid) fue puesta en libertad el pasado 26 de septiembre en Murcia, menos de un mes después de ser detenida, según informaron fuentes policiales.Agentes que participaron en la captura de Rosenda han manifestado su estupor por su puesta en libertad, dado que mientras se logra centralizar en un juzgado todos los elementos acusadores contra Rosenda -entre ellos el testimonio de un agente que declara haberle comprado droga- y se dicta una nueva orden de busca y captura, su detención podría demorarse todo un año.

[Carlos Moreno, el juez de Murcia que la puso en libertad, según informa Paloma Reverté, ha afirmado que él se limitó a tramitar una orden de un juzgado que no recuerda, y que podría ser el número dos de Alicante, o los número 8 o 10 de Madrid, en los que la acusada tiene pendientes sendas causas y en los cuales ayer no se pudo obtener una precisión al respecto.]

La muerte de cinco yonquis en Getafe se debió, según fuentes policiales, a la extraordinaria pureza de la heroína que supuestamente suministraba Rosenda y otros dos familiares que aún permanecen en prisión, María Dolores Muñoz y su compañero Martín Montes. El caballo, según la papelina que un inspector declaró haber comprado a Rosenda, tenía una pureza del 59%, cuando el porcentaje habitual de esta droga en la calle oscila entre un 4% y un 8%, por lo que la dosis resultaba excesiva para el organismo.

Rota la cadena de venta

Fuentes policiales explican que la muerte de estos jóvenes se produjo porque el clan de Rosenda rompió la cadena de venta: recibió una droga prácticamente pura y, en lugar de cortarla y venderla a distribuidores de menor entidad, que a su vez habrían hecho otro tanto, apenas la adulteró en un 50% y la vendió directamente a los yonquis. Rosenda tiene 26 antecedentes policiales y una orden de busca y captura, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La detención de estas tres personas puso en alerta a otros individuos vinculados a esta supuesta red de traficantes. La policía en aquella ocasión no pudo alcanzar al eslabón superior de la cadena, el que surtía de droga a esta familia, cuyos componentes tienen un largo historial delictivo.

Concretamente, María Dolores Muñoz tiene 38 antecedentes y está reclamada judicialmente, y su compañero Martín Montes, ha sido detenido en 16 ocasiones y también esta reclamado. La detención de los tres supuso varias semanas de atenta vigilancia de la casa donde residían, en el número 30 de la calle Beniferri (Madrid) y se realizó un vídeo del trapicheo que, supuestamente, efectuaban en el portal María Dolores Muñoz y Martín Montes, hecho que constituye un hito en la lucha policial antidroga.

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Otro importante elemento acusador contra Rosenda lo constituye el testimonio del agente que le compró sendas papelinas de heroína y cocaína y que, al ser analizadas, revelaron una extremada pureza, según datos incorporados al sumario. Vecinos de la calle Beniferri han llamado a este diario y han mostrado su alarma al comprobar el regreso de Rosenda a su hogar, considerado por la policía un importante punto de venta de droga, adonde acudían diariamente más de 200 yonquis.

Desde la detención de este clan, la policía sólo tiene contabilizada una muerte por sobredosis o adulteración al sur de Madrid, mientras que entre junio y julio fallecieron cinco por esta causa en la zona.

Medios policiales estiman, sin embargo, que las muertes imputables a la droga vendida por este clan podrían superar la decena, dado que a este punto de venta acudían clientes de muy distintos lugares de Madrid, por lo que pudieron morir en otra zona cualquiera sin que su fallecimiento fuese ligado a esta heroína de tan alta pureza. Inicialmente, la policía sospechó que las muertes se producían porque la droga estaba adulterada con estricnina, lo que ocasionó notable conmoción en el mundo de los yonquis. En Madrid, en lo que va de mes los muertos por sobredosis o adulteración rondan la decena.

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