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Líbano teme una masiva intervención militar de Siria

El final del cerco de los campamentos palestinos par parte de milicianos de Amal coincidió ayer en Beirut con el estallido de fuertes combates entre la misma organización shií, prosiria, y grupos de la izquierda libanesa vinculada a la resistencia palestina. Los combates, que convirtieron de nuevo en un infierno el sector occidental de Beirut, han provocado la amenaza de dimisión del primer ministro libanés, Rachid Karame, y han renovado los temores sobre un envío masivo de tropas sirias a Líbano para poner fin a lo que algunos observadores han calificado como los peores enfrentamientos desde la guerra civil de 1975.

Los coches de bomberos y los de la Cruz Roja son acribillados cuando acuden a sofocar los incendios o atender a los heridos. Sin electricidad ni teléfono, la población civil permanece aterrada en refugios, plantas bajas, escaleras, huecos de ascensor o habitaciones interiores, mientras los cristales de sus casas saltan por los aires. Las calles están desiertas, salvo por la presencia de cientos, tal vez miles, de milicianos que intercambian sin mesura proyectiles de todos los calibres Una vez más, el sector musulman de Beirut es un infierno.Apenas repuesto de las serias derrotas políticas y militares sufridas durante su guerra de los campamentos contra los fedayin palestinos, Amal se enfrenta estos días al más serio desafío a su hegemonía en Beirut oeste. Comunistas, morabitunes y drusos del Partido Socialista Popular (PSP) de Walid Jumblat, es decir, las fuerzas más izquierdistas y propalestinas del Líbano musulmán, parecen haberse lanza do a una operación para desalojar a Amal de los puntos estratégicos que domina en la ciudad.

Karame amenaza con dimitir

Rachid Karame y los demás ministros musulmanes suníes del Gobierno libanés han amenazado con abandonar sus cargos si no se ponía fin de inmediato a los combates.

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[Estados Unidos formuló ayer un llamamiento a los libaneses a ,,asumir sus responsabilidades" para poner fin al "caos" en Líbano si no quieren permanecer "aislados del mundo", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Charles Redinan, informa France Presse]

Según fuentes oficiosas, si la lucha no cesa, Sirla podría verse obligada a intervenir a favor del que actualmente es su principal aliado en el país, Amal, que está perdiendo terreno a favor de otros grupos también aliados políticos de Damasco, pero al mismo tiempo, unidos por fuertes lazos a los militantes palestinos.

Los enfrentamientos comenzaron el pasado domingo y, con diversos altibajos, proseguían ayer, pese a un alto el fuego proclamado por el jefe de los servicios de información sirios en Líbano, el brigadier Ghazi Kanaan. Se calcula que unas 60 personas han muerto en los combates y 150 han resultado heridas. La mayoría de las bajas son civiles.

Aún no se ha resuelto la crisis de los rehenes provocada por la reciente ola de secuestros de occidentales en Beirut oeste. El emisario anglicano Terry Waite sigue sin dar señales de vida. Importantes unidades de la VI Flota estadounidense patrullan todavía frente a las aguas libanesas. Los campamentos palestinos no han recibido aún los alimentos. Pero ya los milicianos libaneses se han lanzado a una de sus feroces guerras intestinas.

[Una palestina resultó muerta y otras tres heridas de bala cuando acababan de atravesar la barrera de los milicianos de Amal para penetrar en el campo de Burj el Barajne, en Beirut, del que habían salido para aprovisionarse de alimentos, según fuentes palestinas, informa FrancePresse.] Esta vez no se trata de incidentes que puedan saldarse con algunos muertos. Es, tal vez, el principio del fin del poder que Amal, la más moderada y prosiria milicia shií libanesa, ha ejercido en Beirut oeste desde febrero de 1984.

El centro, en manos drusas

El centro de la ciudad, Ras Belrut, está ya en manos de los, drusos y sus actuales aliados de izquierda. En esa zona, el poder de Amal se sostenía muy difícilmente, porque la habitan pocos shiíes. Las posiciones de Amal allí se han rendido sin oponer gran resistencia, salvo dos situadas cerca del hotel Commodore y del diario As Safir, que han sido tomadas al asalto por milicianos del PSP. En los combates se han llegado a utilizar carros de combate.

Al término de cuatro días de lucha, los observadores creen que los partidos de izquierda se han esforzado por expulsar a Amal de las áreas donde su presencia era muy reciente o no se beneficiaba de un importante apoyo popular.

En cambio, los combates son más encarnizados en Tarik Jedide y Mazraa. Esos barrios son de una gran importancia estratégica por su proximidad a los campamentos palestinos del sur de la ciudad y porque constituyen la única vía de unión para Amal entre Beirut oeste y los suburbios meridionales donde viven los shiíes.

Amal cree que el objetivo del PSP y de los comunistas y morabitunes es ocupar Tarik Jedide y Mazraa, para poder conectar con los fedayin cercados en Chatila y Burj el Barajne. "Hay faccíones que desarían volver a la situación de antes de 198T', ha dicho el líder de Amal, Nabih Berri.

El principal responsable sirio en Líbano, el brigadier Gazhi Kanaan, es de la opinión de sus aliados de Amal. Los actuales sucesos del sector musulmán de la capital libanesa son, según él, "un compló arafatista".

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