Peter Hammill: "Mi obsesión es el tiempo"
El músico británico actúa esta noche en la sala Universal de Madrid
El británico Peter Hammill, ex líder de Van der Graaf Generator y uno de los personajes más inclasificables y eclécticos del mundo del pop, se encuentra por primera vez en España. Actuó ayer en solitario en Barcelona, y hoy lo hará en la sala Universal de Madrid. En una entrevista con este diario, el compositor, arreglista e intérprete se refirió a su trayectoria profesional, explicó su manera de entender la música y anunció que antes de 18 meses concluirá una ópera rock sobre el relato de Poe La caída de la casa Usher. "Mi obsesión mayor tal vez sea el tiempo", dijo Hammill, que se considera a sí mismo una individualidad en el campo de la música moderna.
Peter Hammill es alto y muy delgado. Viste con sencillez, es sumamente amable y la conversación con él resulta distendida. Nada en su persona -excepto quizás los penetrantes ojos azul metálico- justifica la fama de enigmático, oscuro y maldito, que arrastra el músico casi desde sus inicios profesionales.Hammill, que cuenta 38 años, explicó su trayectoria en el campo del pop. "Comencé en 1968, cuando dejé la universidad", dijo. "Fue el principio de Van der Graf Generator; estuvimos tres años y medio juntos y luego el grupo se disolvió. Los siguientes tres años grabé discos en solitario y realicé giras. Después se volvió a formar la banda con la misma gente. Esa nueva etapa de la Van der Graf finalizó alrededor de 1978. Desde entonces actúo y grabo solo, con otros grupos o incluso con gente que pertenecía a la Van der Graf. En total he realizado 24 álbumes".
Me gusta cambiar", manifestó Hammill a propósito de su insólita carrera en la que se alternan etapas de trabajo con grupos e incluso orquestas sinfónicas, con otras -como la actual- en las que aparece solo en el escenario. "Me agrada utilizar elementos de todo tipo y emplearlos a mi manera". El músico se refirió a su fama de esotérico, de interesado por la magia y la religión, y señaló que "es verdad en mis primeras canciones; cuando eres joven tiendes a sentirte atraído por ese tipo de cosas, buscas una respuesta".
"Hoy, mis canciones tienen temas diversos: algunas hablan de amor y pueden ser personales o compuestas a partir de algo que sucedió a otros; también reflejan el paso del tiempo. Mi obsesión mayor tal vez sea el tiempo". Al recordársele su fama de maldito, Peter Hamill se rió: "Damm..., eso proviene de lo que he escrito. Para mí, una canción es una manera de establecer contacto, de expresar; la gente considera que cantar es simplemente decir la-la-la. Por este punto de vista quizá me hayan tachado de oscuro y depresivo".
Hammill se ve a sí mismo como una individualidad en el campo de la música moderna. "No sé muy bien qué tipo de música hago, sólo sé que es una música natural para mí", dijo. "No quiero ser premeditadamente esotérico u oscuro; unas veces soy más sencillo y otras más complicado, es una cosa que sale naturalmente". El músico señaló entre sus influencias "el blues, el soul y Hendrix; pero de eso hace 20 años".
En cuanto a su polifacetismo -libros de poemas, ballets, televisión...- Hammill manifestó que "cuando hago cualquier otro trabajo que no sea música intento realizarlo igual que cuando hago música; pero para mí la música es el mundo que conozco mejor". Aunque es multiinstrumentista, Peter Hammill asegura que prefiere cantar. "La guitarra acústica es lo que más satisface físicamente, y el piano, intelectualmente; cuando toco con una formación la guitarra eléctrica quizá sea lo más directo. En todo caso siempre intento integrarme".
Peter Hamill actúa en teatros y clubs de un aforo de alrededor de mil personas. Cree que tiene un público específico "hasta cierto punto". "Se trata de gente a la que le gusta escuchar música y sacar algo de ello. S on personas muy diversas: se puede ver en mis conciertos a un punk, a un ex hippy, a una quinceañera o alguien que sale de la oficina".
El músico finalizará pronto una ópera sobre La caída de la casa Usher, de Poe, en la que trabaja desde hace 15 años. Aún no sabe si la pondrá sobre un escenario o la grabará en vídeo.
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