Escritores de Asia y África, favoritos para el Nobel

Escritores de África y Asia, como Nadine Gordimer y André Brink (Suráfrica), Leopold Sedar-Senghor (Senegal) o Ba Jin (República Popular China), entre otros, son este año los nombres citados con más profusión para la obtención del Premio Nobel de Literatura, que se dará a conocer uno de los tres jueves que quedan de este mes, según la tradición de la Academia sueca. El premio, considerado como el máximo galardón mundial de las letras, está dotado esta edición con unos 36 millones de pesetas.

Cada año se presentan unos 300 aspirantes, de los cuales una primera selección elimina aproximadamente el 50%, y es entre esos 150 restantes entre los que se van afinando los criterios selectivos hasta llegar, luego de sucesivas eliminaciones, al nombre que los 18, número de los integrantes de la Academia, en una votación final, eligen por mayoría.A la incertidumbre sobre el nombre del destinatario del premio, un secreto que entrada un compromiso de honor para cada vino de los académicos, se agrega la indefinición sobre el jueves de este mes en que la decisión será hecha pública.

Todo ello da pie a la proliferación de rumores, especulaciones de los círculos literarios y periodísticos de distintos países, manejo de nombres que suelen tener méritos suficientes como para recibir el premio, todos los cuales suelen quedar desautorizados por la realidad.

A veces esas especulaciones tienen relación con declaraciones que en entrevistas periodísticas o en artículos publicados con su firma han expresado algunos académicos, en un repaso a la historia de la adjudicación del Nobel de Literatura o en los cambios operados dentro de la propia Academia. Así, la designación el año pasado del experto y traductor de literatura china Goran Malmqvist para ocupar un asiento en la Academia fue considerada por la crítica literaria como una posibilidad de que un representante de esa lengua obtuviera por primera vez el premio.

Escritores mencionados

A partir de todos esos datos puede suponerse con cierto fundamento que escritores de África o Asia cuenten con mayores posibilidades de recibir el premio. Algunos de ellos Nadine Gordimer, André Brink, Leopold Senglior o Ba Jin han sido mencionados en otras oportunidades como posibles destinatarios, sin que hasta ahora esas previsiones hayan tenido confirmación. El propio Senghor declaró esta semana en Madrid que no creía que fuera a lograr nunca el premio. Parece poco probable que sea adjudicado a algún latinoamericano, pero si ello sucediera, el mexicano Octavio Paz figura como uno de los principales candidatos.Tampoco se descarta que el premiado sea un español, y en tal caso el nombre de Camilo José Cela vuelve a estar en el tapete. Una cosa es cierta, y es que la Academia no es susceptible a presiones. Los académicos han afirmado reiteradamente que su elección se guía. por criterios estrictamente literarios. Ello no impide, sin embargo, reconocer que no son, impermeables a las influencias indirectas del contexto nacional e internacional en que actúan. Pero de ahí a pensar que puedan ceder a ninguna suerte de presiones hay un gran paso. Incluso en el aspecto financiero la Academia es totalmente independiente se financia por sus, propios recursos y de hecho es una de las empresas más prósperas y estables de Suecia.