_
_
_
_

Expertos en desarme de Estados Unidos y la URSS preparan en Moscú la 'cumbre' Reagan-Gorbachov

Pilar Bonet

Expertos en desarme de la Unión Soviética y Estados Unidos, encabezados por los veteranos, Víctor Karpov y Paul Nitze, respectivamente, se reúnen hoy en Moscú para preparar la próxima reunión de los jefes de la diplomacia de ambos países y, en último extremo, la cumbre entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el máximo dirigente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov.

Sobre este telón de fondo, el comentarista Alexander Bovin dijo ayer por la tarde en la televisión que la cumbre entre Reagan y Gorbachov es "un tema abierto" y que nadie puede decir por el momento si habrá o no una cumbre este año. Bovin, experto en política internacional del periódico Izvestia, ha reflejado posiciones políticas próximas al Kremlin en diferentes ocasiones en el pasado. El comentarista se expresaba así en un programa de debate -Estudio 9-, en el que participaba también el vicedirector del Instituto de Estados Unidos y Canadá Vitali Churkin. Éste reconoció "cambios tácticos" en la política de la Administración norteamericana.La delegación estadounidense, dirigida por Nitze, llegó ayer a la capital soviética y constituye el equipo de expertos en desarme de mayor envergadura que como tal visita Moscú durante todo el período de la Administración de Reagan. Su composición ha sido considerada en medios occidentales, como una señal de que algo está moviéndose hacia un compromiso en materia de armamento entre las dos superpotencias.

Las negociaciones que se inician hoy deben durar hasta el martes, pero no se excluye su eventual prolongación. Medios norteamericanos opinaban ayer que Estados Unidos y la URSS necesitan decidir algo concreto antes de la entrevista que mantendrán el secretario norteamericano, George Shultz, y el ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, el próximo 19 de septiembre. La próxima ronda de negociaciones sobre armas nucleares de Ginebra comienza tan sólo un día antes de esta reunión, el 18 de septiembre.

Además de Paul Nitze, asesor especial de Reagan sobre control de armamentos, la delegación norteamericana incluye a los tres negociadores de Ginebra, Max Kampelman, Ronald Lehman y Maynard Glitman, así como al subsecretario de Defensa, Richard Perle, y al experto en control de armamentos del Pentágono Robert Linhard.

El equipo soviético, dirigido por Víctor Karpov, jefe de la delegación soviética en Ginebra, está formado por Alexei Obujov, negociador jefe en armas estratégicas, el general Nikolai Chervov y Nikolai Detinov, asesor militar en Ginebra.

La delegación estadounidense tiene que luchar, en opinión de medios norteamericanos en Moscú, en dos frentes distintos: con los interlocutores soviéticos en el frente exterior y con las desavenencias entre Nitze y Perle en el frente interior.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Perle, considerado como uno de los halcones de la Administración norteamericana, visita por primera vez Moscú, donde es objeto de frecuentes ataques por parte de los comentaristas soviéticos de política internacional.

La coexistencia de Nitze y Perle en la misma delegación puede actuar como un neutralizador de ambos, opinan los medios consultados.

El último material conocido para construir un compromiso mutuo soviético-norteamericano son las cartas cruzadas por Gorbachov y Reagan en junio y julio, respectivamente.

Ceder en la SDI

El núcleo del debate de cara a la cumbre Gorbachov-Reagan es la medida en que ambas partes están dispuestas a ceder en relación a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) norteamericana y en qué grado se verifican la aparente disposición soviética a aceptar una investigación limitada al laboratorio y la disposición norteamericana a retrasar una eventual instalación del sistema. Reagan ha ofrecido de cinco a siete años de demora en el despliegue de la SDI.La Prensa soviética ha rechazado la eventual respuesta norteamericana a Gorbachov que, a su vez, propuso una prolongación de 15 años del tratado de misiles antibalísticos (ABM), que fue firmado en 1972, a cambio de recortes de un 30% en los arsenales de largo alcance.

El analista Tomas Kolesnichenko comentaba ayer en Pravda la respuesta de Ronald Reagan a Gorbachov basándose en las filtraciones y los comentarios de la Prensa norteamericana.

El presidente Ronald Reagan ha adoptado, según Kolesnichenko, "una posición extremadamente negativa" en la polémica cuestión de la Iniciativa de Defensa Estratégica. La Unión Soviética, decía, "no participará" en un "diálogo" que sirva de "pantalla" tras la cual "el complejo militar industrial y las fuerzas reaccionarias pudieran continuar ejerciendo presión a favor de la irracional carrera de armamentos y su extensión al cosmos".

Por su parte, el órgano del Ejército Krasnaia Zvezda acusaba a Estados Unidos de querer negociar desde una "posición de fuerza" con la Unión Soviética.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_