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10.000 detenidos en 10 días de redadas masivas en Chile

Fuerzas combinadas del Ejército, la policía y los servicios de seguridad realizaron ayer nuevas redadas masivas en un barrio obrero de la capital, a pesar de que las autoridades de la Iglesia católica pidieron el fin de esta forma de represión. En los últimos 10 días, el Ejército ha allanado 22 barriadas obreras y detenido a más de 10.000 personas por algunas horas, 300 de las cuales no han sido liberadas aún, según fuentes de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.

Con sus rostros tiznados de negro, los militares rodearon con tanquetas artilladas La Bandera, un barrio de chabolas al sur de Santiago, realizaron registros casa por casa y obligaron a los hombres de entre 14 y 60 años a congregarse en plazas y calles.En otra redada, realizada el jueves 8 en la barriada de Maipú, al oeste de Santiago, fueron detenidos cuatro hombres y una mujer a quienes fuentes oficiales acusaron de ser miembros del grupo armado Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Las cinco personas se entregaron sin oponer resistencia y en su vivienda se encontró un arsenal de armas automáticas y 40 kilos de explosivos, de lo que fue testigo un sacerdote, dijeron fuentes oficiales. Sin embargo, el párroco aludido, Alfonso Flores, desmintió haber sido testigo y aclaró: "Vi armas en el patio, pero no tengo idea de si las encontraron allí o no".

Otras 800 personas fueron detenidas durante dos horas en este allanamiento. Una ama de casa relató a varias emisoras de radio que unos militares armados le despertaron a las cuatro de la madrugada en su vivienda. El sacerdote Flores dijo: "La gente está indignada. Los pobres, que sufren desempleo y hambre, no soportan más esta represión".

Petición de la Iglesia

La redada de ayer fue realizada a pesar de que el cardenal Juan Francisco Fresno pidió el jueves al ministro del Interior, Ricardo García, que finalizara esta forma de represión. Fresno dijo que "la forma de hacer los allanamientos viola flagrantemente los derechos humanos". "Esta situación atenta contra la dignidad de las personas, vulnera los derechos de los más pobres e infunde temor a la población, especialmente a los niños. Pido enérgicamente el fin de los allanamientos" concluyó el cardenal.El ministro secretario general de Gobierno, Francisco Javier Cuadra, negó que Fresno hubiera pedido el fin de los allanamientos, lo que fue posteriormente desmentido por el cardenal.

La polémica refleja el deterioro de la relación entre la Iglesia y el Gobierno. Durante esta semana, dos funcionarios de la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia católica fueron detenidos e incomunicados por la fiscalía militar acusados de facilitar la fuga de un herido del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

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Durante los allanamientos, se marca a las personas detenidas con unos sellos en sus manos, tras pasar el control militar, que les permiten circular por las barriadas. Esta forma de represión provocó diversas reacciones de protesta.

El Movimiento Sebastián Acevedo, organización integrada por luchadores contra la tortura, realizó una manifestación relámpago frente al Ministerio de Defensa, y colocó una pancarta con un mensaje dirigido a las Fuerzas Armadas chilenas que decía: "No los queremos tiznados y torturando. Los queremos limpios y en sus cuarteles".

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