Cinco semanas más de campaña
Kurt Waldheim no ha ganado por mayoría absoluta, por lo que queda prolongada en cinco semanas una campaña electoral sin precedentes en Austria por la tensión y el bajo nivel político demostrado por todos los contendientes. El llamamiento del Partido Popular a los electores a votar a Waldheim para ahorrarse una prolongación de esta campaña, que todos los austriacos quieren olvidar cuanto antes, no ha surtido el efecto deseado. Nadie dudaba ayer por la mañana que Waldheim sería el candidato más votado. Todos los sondeos le daban una ventaja de entre tres y siete puntos sobre el candidato socialista. Por eso, todos los adversarios del ex secretario general de la ONU tenían depositada su esperanza en que éste no consiguiera la mayoría absoluta.
Waldheim se ha beneficiado de los ataques contra su persona. Las acusaciones sobre su implicación en crímenes de guerra no han sido demostradas y el hecho de que ocultara su pasado y estuviera al tanto de las atrocidades cometidas por el Ejército al que pertenecía durante la Segunda Guerra Mundial, extremo que él había negado repetidamente, no le han supuesto perjuicio alguno. Por el contrario, el fantasma de la injerencia extranjera y la teoría de la conjura de los judíos contra un austriaco que fue el orgullo de su país como secretario general de la ONU, le han granjeado muchas simpatías.
Waldheim no ha dudado en utilizar recursos de éxito seguro en algunos sectores del país, como reivindicar el derecho a olvidar el oscuro pasado colectivo durante el nacionalsocialismo y despertar un cierto sentimiento numantino pidiendo el voto por patriotismo. Los tres periódicos de mayor venta en Austria adoptaron además una postura favorable a Waldheim que ha impedido que los austriacos estuvieran informados sobre las acusaciones concretas vertidas contra el candidato conservador.
