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Entrevista:

Paul Janssen: "En investigación no valen los mediocres, necesitamos campeones"

Científico y presidente de una multinacional farmacéutica

El objetivo de una empresa farmacéutica debe ser la investigación, porque si se encuentra el medicamento ideal para cada caso, todo lo demás irá sobre ruedas. Ésta es la filosofía que sigue Paul Janssen, científico y presidente de la multinacional farmacéutica de su mismo nombre, que ha estado en España para pronunciar dos conferencias, inaugurar una nueva planta de su empresa y recibir la encomienda de Isabel la Católica, impuesta por el ministro de Sanidad.

Los laboratorios Janssen, cuya sede central está en Bélgica, han sintetizado más de 60.000 moléculas en sus 30 años de existencia, logrando comercializar cerca de una treintena de medicamentos innovadores en los últimos años.Pregunta. Usted ha dicho que asume el compromiso con los valores científicos, éticos y empresariales de la actividad industrial farmacéutica. ¿A qué se refiere concretamente?

Respuesta. Nuestro objetivo no es investigar por investigar, sino hacer hallazgos valiosos. Lo que pretendemos es encontrar los medicamentos ideales.

P. ¿Y a qué definición debe responder el medicamento ideal?

R. Es sencilla: debe ser un medicamento totalmente eficaz, carecer absolutamente de efectos secundarios, ser de fácil utilización y barato.

P. ¿Y han logrado encontrar ese medicamento ideal?

R. Combinar esas cuatro cualidades es muy difícil; existen pocos medicamentos que puedan ser calificados de ideales, porque en la mayor parte de los que existen siempre hay algo negativo. Y ésta es la razón que nos mueve a investigar como objetivo primordial, porque creemos que si tenemos éxito y logramos hallar estos medicamentos ideales todo lo demás será fácil.

Para Janssen trabajan cerca de mil científicos en todo el mundo, al margen de la investigación clínica, que ocupa a otras 300 personas. De ellos, 800 pertenecen a la central de Bélgica, mientras que en nuestro país tan sólo cuentan con tres investigadores.

P. En España, al menos hasta ahora, las multinacionales farmacéuticas realizan muy poca investigación química. ¿Va a cambiar esta política?

R. En general hay intención de distribuir la investigación en el mayor número de países posible. Yo creo que una buena compañía tiene que estar basada en la investigación. En cuanto al número de científicos, creemos que el de Bélgica es suficiente, y en adelante vamos a diversificar los equipos, porque los grupos pequeños suelen ser más eficaces que los grandes.

"Intentamos que surja lo inesperado"

P. ¿Qué número de científicos llegará a haber en nuestro país en un futuro próximo?R. Eso va a depender de los investigadores que tengamos en España y de su capacidad para atraer a otros nuevos. En cierto modo la investigación se puede comparar con los deportes en el sentido de que la investigación mediocre no tiene valor. Al igual que en los deportes, lo que necesitamos son campeones.

P. ¿Cuáles son las distintas fases por las que pasa un medicamento para ser elaborado?

R. Hay muchas formas de llegar al resultado final; cada unidad de investigación tiene su camino. Nuestra investigación siempre ha estado basada en la síntesis química. Intentamos preparar el mayor número posible de moléculas, y cada año logramos del orden de 4.000 o 5.000. A continuación estas moléculas tienen que ser ensayadas para comprobar su actividad biológica, aunque a la hora de sintetizar ya podemos predecir la actividad que van a temer las moléculas, porque en las áreas clásicas de farmacología las relaciones entre la estructura química y la actividad farmacológica son bastante conocidas.

Pero nuestro interés se centra más en intentar que surja lo inesperado, porque existen muchas áreas de la medicina que carecen de un medicamento eficaz, y en estos casos no es efectivo estudiar la relación entre estructura y actividad, sino encontrar indicios y trabajar a partir de ellos.

P. ¿En qué áreas ha ocurrido esto?

R. Por ejemplo, cuando comenzamos en el área de parasitología, micología o el tratamiento de las esquizofrenias prácticamente no había nada. Y sin embargo hoy día es muy difícil encontrar enfermedades de origen parasitario, o incluso micáticol que no puedan ser tratadas adecuadamente con productos que hemos descubierto.

P. En cuanto a las áreas de la medicina que todavía carecen del medicamento eficaz, ¿en cuáles están volcando la investigación?

R. El ejemplo más clásico es la virología. Prácticamente no existe ningún medicamento que pueda destruir los virus, y muchas de las enfermedades que éstos originan son de gran extensión, como es el caso de la gripe. Ése es un enorme reto, puesto que no existe nada y tenemos que descubrir algo. Y lo mismo se puede decir de muchas formas de cáncer, de la arterioesclerosis o de las enfermedades del sistema autoinmunitario. Existe una lista sin fin de padecimientos para los que todavía no hemos encontrado el medicamento eficaz.

P. ¿Cuánto tarda un medicamento en ser comercializado?

R. Aproximadamente tardamos unos 10 años. El mínimo son seis; a veces se llega hasta los 25 años desde que se descubre la molécula activa, así que necesitamos mucha paciencia.

P. ¿Hacia dónde se van a dirigir las líneas de investigación en la próxima década?

R. Se mantendrán las líneas actuales. Hay que tener en cuenta que el número de descubrimientos trascendentales que se hace cada año es muy pequeño: del orden de dos en todo el mundo.

P. ¿Aportará algo a los laboratorios farmacéuticos la era de la investigación espacial, con la posibilidad de lograr medicamentos de excepcional pureza?

R. No creo en ello. Hasta ahora se han hecho experimentos con alguna proteína dificil de purificar, pero no conozco los resultados. De todos modos, aunque se lograra purificarlos dudo que pueda llegar a ser práctico. Creo que es mejor mantener los pies sobre la tierra.

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