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La mala noche de Jacques Delors

Andrés Ortega

Quizás agotado y fuera de sí; quizás con un estilo poco habitual en alguien que ocupa un cargo similar en un improvisado encuentro con periodistas poco después de medianoche, el Presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, afirmó que los diez han llegado a una posición común en casi todos los puntos, y que los españoles "que son buenos obreros de la construcción, están entre la espada y la pared". "Tienen ya sólo una noche para decidirse", señaló, añadiendo que ya han perdido dos días. "Dentro de seis meses la oferta será peor" "España y Portugal están ante su responsabilidad", afirmó, pues "los diez han hecho gala de buena disposición, y si los dos no quieren, es su problema".A la hora de cerrar esta edición, la delegación española, en el cuarto día de maratón negociador que proseguirá hoy, estaba, con calma, encerrada con la presidencia italiana del Consejo de Ministros de la CEE. El portavoz de esta presidencia afirmó que "no hay posición común de los diez, sino que tenemos unos márgenes de maniobra que estamos discutiendo con los españoles".

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Medios oficiales españoles senalaron que disponían de información según la cual, en un momento dado de esta maratón, la CEE echaría la culpa a España. Las declaraciones de Delors no coincidían con los esfuerzos -alabados por el propio Delors- del ministro italiano Giulio Andreotti, encaminados justamente a evitar un "lo toma o lo deja". Delors fue muy claro: "Si no funciona, no será culpa de los diez".

Delors estaba indudablemente alterado, pues respondió con malos modales a las preguntas. ¿El tema de Canarias?: "No conozco esas islas; nunca he estado allí y no me interesan". Otro ejemplo: "No entiendo a los españoles ni comprendo Carmen (la ópera), entiendo más a los portugueses, por el FMI" (Fondo Monetario Internacional). Delors se peleó además con un periodista de la agencia italiana ANSA, a quien acusó de disponer de los documentos de la Comisión antes que él.

Lo sorprendente de todo esto es que el propio Delors parecía haber hecho aprobar por los diez una propuesta sobre el capítulo de la contribución española al presupuesto de la CEE que, en el fondo, benefiará a España a juicio de fuentes españolas.

De algo no hay dada. Anoche era la noche decisiva, y hoy debería llegarse a un acuerdo o a un fracaso en los anhelos españoles de ingresar en la CEE en condiciones decentes. Y parecía haber progresos en este sentido, dentro de unas sesiones negociadoras francamente agotadoras. Aunque el cansancio puede dar resultados. El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans Dietrich Genscher, se (quejó de que nunca, en sus 11 años en el cargo, había dedicado personalmente más de tres días a una reunión comunitaria. Este será su récord y hoy, su cumpleaños.

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