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Esteban, la gloría a los 30

Está entre Schuster y Víctor. Se inspira en la técnica del rubio y aglutina el poder del maño; coge el balón, pone en marcha la moto, sortea a uno, dos, tres, hasta cuatro rivales, prepara el gatillo, apunta y marca. Lleva dos semanas así. Primero ante el Real Madrid, y siete días después, frente al Zaragoza. Esteban Vigo, el actual número 11 del Barça, cumplirá 30 años el día 17. Llegó al Barça el 12 de mayo de 1977 y le gustaría irse el 30 de junio de 1987, tras haber ganado una o dos ligas. Es sencillo y un gran luchador

6 de febrero de 1977. Camp Nou. Hace siete minutos que Johan Cruyff ha hecho subir el 1-0 frente al Málaga. Ya no era aquel Johan que hiciera gritar a Cholo aquel "¡Mainá, campeonamos!", pero mantenía su bouquet. Y, de pronto, el escándalo, el caos, la guerra y la expulsión. "Fue una jugada por el lado derecho de Aráez o Vilanova, no lo recuerdo exactamente. Centró sobre puerta, entré por el lado izquierdo y, al ver que no llegaba con la cabeza, metí el puño e hice gol. Recuerdo que jugaba de portero Mora y también recuerdo que me marcó Pepito Ramos. Canté gol cuando vi que el árbitro señalaba el centro del campo, pero, vamos, estoy seguro de que el linier se dio cuenta de que había sido con la mano, pero, mira, en aquellos momentos, lo que menos me esperaba es que el gol subiera al marcador. Me fijé en el árbitro y aproveché su decisión para celebrar el gol".Lo dicho, la guerra. Johan protestaba y protestaba. "Recuerdo que Mora me decía '¡dile que lo has metido con la manor, y yo le decía'¡pero como voy a decir que lo he metido con la mariol- hombre!-. El gol fue marcado con la mano, "¡vaya si fue con la inano!", exclama todavía Esteban. El árbitro Melero Guaza expulsó a Cruyff y provocó la ira de la afición azulgrana. Y Esteban allí en medio. Vestido de blanquiazul, pero con el corazón azulgrana. Porque, curiosamente, Esteban era ya jugador del Barcelona.

Esteban se ha pasado la vida esperando su turno. Ha sido siempre el número 12, relegando al público al puesto 13. Pero seguía entrenándose con la ilusión del que empieza. De su boca jamás ha salido un ataque personal ni a técnicos, jugadores o directivos. "Eso va con el carácter de cada uno. Lo pienso y lo sufro. Pero por dentro".

Jugar a ganar

Él no lo sabe, pero hay un texto en la contraportada de uno de los discos de Los Ilegales que reza así: "No vamos a rendimos nunca, no engañamos al personal haciéndole la pelota..." Cuando Esteban habla de Terry Venables, técnico inglés del Barcelona, lo hace con sinceridad: "El sistema de juego que estamos empleando este año es muy acertado. Practicamos un pressing por todo el campo, pero por zonas. Sabemos, por ejemplo, que Archibald presionará al portero, obligándole a pegar un patadón o ajugarla en corto, lo que nos permitirá presionar sobre el lateral que reciba el balón y recuperarlo. Ese es uno de los factores principales de nuestro juego. Por eso la gente está un poco despistada. Los entrenadores dicen que hacemos pressing por todo el. campo. Sí, lo hacemos, pero por zonas, por relevos".Y, una vez recuperado el cuero, se lanzan verticales a gol. Ven barraca a los tres segundos. Esa es también otra característica de -este fulminante Barça. Y, como es un tío honrado, va y lo cuenta: "Voy a explicar lo del domingo en Zaragoza. Sabíamos que el Zaragoza tiene un jugador en defensa al que le gusta jugar a fútbol. Canito no es jugador de patada a seguir y sabíamos que, si le atosigábamos un poco, le dificultaríamos su juego, con lo que teníamos más posibilidades de recuperar el balón. Cortando balones junto a él, estabamos más cerca del gol que si los recuperabamos en el centro del campo".

Su sinceridad le lleva a contar otro secreto. La preparación fisica: "Tras el calentamiento con Harris, solemos hacer partidillos, en los que el gol no sirve si todo el equipo que marca no está en campo contrario. Eso te obliga a atacar en bloque y retroceder rápidamente a defender, porque si marcas y un compañero está aún en tu campo, no cuenta". Y más, mucho más. "A Venables le gusta interrumpir los entrenamientos, preparar jugadas, saques de esquina, faltas. Por ejemplo, en los saques de banda quiere que estemos siempre encima de los contrarios, que dificultemos el lanzamiento".

Esteban nunca se ha avergonzado de ser guerrillero, aunque le duelen los pitos que el Camp Nou dedica a gente como él o Víctor. "Si fallamos muchas entregas es porque, tras recuperar el balón, queremos jugarlo con excesiva precipitación. Pero a mí, para mi equipo, dame un hombre como Víctor y otro como Schuster. Pero, no te olvides de darme uno como Víctor".

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