Un ex director de la cárcel Modelo declaró durante dos horas sobre presuntas torturas a un recluso

El ex director de la cárcel Modelo de Barcelona y actual subdirector de la prisión de Segovia, Manuel Marino Camacho Panadero, prestó ayer declaración ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria en un expediente por presuntas torturas a un recluso. La declaración del funcionario se inició a las 10 de la mañana y se prolongó durante casi dos horas y media. A la misma asistieron el juez de Vigilancia Antonio Doñate, el fiscal Carlos Jimenez Villarejo y la letrado penalista María Teresa Sánchez Concheiro. Esta última actuaba en nombre del recluso denunciante, José Molina Castillo.La investigación del juzgado de Vigilancia Penitenciaria se inició el mes de marzo de 1982, cuando un grupo de abogados pertenecientes a la Comisión de Defensa, basándose en una información recibida de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos, presentó una denuncia en la que se informa de los presuntos malos tratos de que había sido objeto el recluso José Molina Castillo.

Se aseguraba en la denuncia que José Molina Castillo había permanecido incomunicado en una celda de observación psiquiátrica de la Modelo, El Palomar, desde noviembre de 1981 al 18 de febrero de 1982, fecha en la que por orden judicial fue trasladado al Hospital Psiquiátrico de Santa Coloma de Gramenet. Durante su estancia en la Modelo, y según la denuncia, José Molina Castillo había sido objeto de numerosas palizas, que le habían provocado una lesión pulmonar y por la que tuvo que permanecer durante un mes internado en el Clínico.

A raíz de esta denuncia, fueron citados a declarar varios funcionarios y reclusos de la cárcel Modelo, entre los que se encontraban cuatro médicos del centro así como los internos encargados del mantenimiento y asistencia de aquellas celdas. Los investigadores creyeron oportuno llamar a declarar al ex director de la Modelo, Manuel Marino Camacho Panadero, citación que se llevó a término a través de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.

Tres folios de declaración

El ex director de la Modelo, a la salida del Juzgado de Vigilancia, aseguró que era imposible que cualquier funcionario de la prisión fuera responsable de "las atrocidades" denunciadas por el recluso. Sutilmente, insinuó la posibilidad de que las lesiones a José Molina Castillo le hubiesen sido provocadas por los funcionarios del orden público encargados de trasladarlo desde la prisión al centro psiquiátrico.Manuel Marino Camacho Panadero añadió que en ningún momento el recluso había permanecido incomunicado en El Palomar. Aseguró que en algunas ocasiones había sido el mismo recluso quien se había negado a entrevistarse con su madre.

Por último, afirmó que José Molina había sido recluido en las celdas de observación psiquiátrica por "humanitarismo y atendiendo a su estado de excitación psiquica".

El fiscal Carlos Jiménez Villarejo y la letrado María Teresa Sánchez Concheiro, a la vista de la declaración del ex director de la Modelo, que ocupó tres folios, harán una propuesta de resolución. No se descarta la posibilidad de que entre estas propuestas se encontrara la de pasar un tanto de culpa al Juzgado de Guardia.

Las celdas de observación psiquiátrica, en las que se recluía a los enfermos mentales y a los presos peligrosos, fueron clausuradas en el mes de agosto de 1982, pocos días después de que Bartolomé Moreno tomará posesión de la dirección del centro de Barcelona. Con la clausura de El Palomar concluyó uno de los capítulos más escándalosos de la historia de la prisión de Barcelona.