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65 rostros populares femeninos integran una muestra fotográfica en homenaje a la mujer trabajadora

Erase una vez la mujer es el nombre con el que se denomina la exposición de 65 retratos fotográficos realizados con las más diversas técnicas por Paca Arceo y Susi Bellver. De ellos, uno compone el rostro de una persona, perfilado por 180 retratos de mujeres anónimas. El resto es la visión de dos fotógrafas sobre unas mujeres que han destacado en su actividad profesional.

"Es nuestro homenaje a la mujer trabajadora", explican, no sin dejar de admitir que han elegido unos rostros con garra, ya que la mayoría son populares o, al menos, conocidas. "Pero es una visión personal de ellas porque, según nuestra opinión, hemos utilizado una determinada técnica para representarlas tal como las vemos". Y ahí están desde las actrices Ana Belén, Enriqueta Carballeira, Julieta Serrano o Concha Velasco, hasta las periodistas Montserrat Roig, Maruja Torres o Rosa Montero, pasando por la investigadora Aurora Sánchez Sousa, o la nadadora Natalia Mas, o las políticas Soledad Becerril, Carmen Llorca o Dolores Ibárruri."Este es el resultado de las trescientas solicitudes que hicimos, a lo largo de los dos años que ha durado el trabajo". La limitación no queda sólo en los rostros: "Todas son personas que viven en Madrid y en Barcelona. No podíamos permitirnos el lujo de viajar por toda España, así que limitamos el trabajo a estas dos capitales, que, en definitiva, son en las que viven la mayoría de las mujeres que ejercen una actividad importante".

La exposición, domiciliada en un edificio de Marqués de Riscal, 16, es, en gran medida, una muestra amable, "ya que hemos querido tratarlas con cariño. Sin duda son una pequeña muestra de que hay mujeres en este país que realizan tareas importantes".

Para realizar esta muestra, Paca Arceo y Susi Bellver no quisieron indagar con anterioridad en la personalidad de cada una de las fotografiadas. "Hubo casos en que las conocimos en el momento mismo de iniciar el trabajo, y como nuestro objetivo era obtener un gesto de naturalidad, era lo único que importaba. Ahora lo que nos gustaría es que se pudiera editar en libro este trabajo, acompañado por un texto sobre qué les sugiere verse tal y como las representamos".

De las 64, la mayoría tendrán que verse en la exposición. "La única que quiso ver el trabajo antes que nada fue Soledad Becerril, que envió un motorista a nuestro estudio y devolvió el trabajo ese mismo día. Ya en la exposición, Carmen Llorca permaneció unos minutos observándola, y como único comentario dijo: 'Es una exposición muy alegre'. Yo me quedé muy sorprendida", explica Paca Arceo.

Erase una vez la mujer es un trabajo, básicamente, de laboratorio. "Están ahí representadas la mayoría de las técnicas". "En fotografía", añade Susi Bellver, "está ya todo hecho. Lo que cuenta es la imaginación y dedicar muchas horas a conseguir el efecto que quieras".

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