_
_
_
_
_

Juan Pablo II propone a la curia cardenalicia una reforma de las prácticas económicas del Vaticano

Juan Arias

La primera reunión del conclave de cardenales llegados de todo el mundo al Vaticano, convocados por segunda vez por Juan Pablo II, inició sus sesiones ayer en la sala de audiencias de Pablo VI, con un sesgo marcadamente reformador que pretende introducir modificaciones en la Curia y en las prácticas económicas vaticanas.

Quizás el punto más importante tratado por el Papa, tanto en su discurso a los cardenales como en una carta al secretario de Estado, Agostino Casaroli, ha sido el de las necesidades económicas de la Santa Sede, la cual presenta para el año que acaba un déficit de treinta millones de dólares, casi 3.600 millones de pesetas.En la carta al cardenal Casaroli, el Papa explica lo que se podría llamar la "nueva filosofía económica" del Vaticano, que no deberá seguir las líneas clásicas del capitalismo. Afirma que mientras, por una parte, la Santa Sede va, en muchos aspectos, más allá de las fronteras del Vaticano, llegando a todos los puntos de la tierra, por otro lado "no desarrolla, ni podría hacerlo, la actividad propia de un Estado", y añade "iría más allá de sus finalidades institucionales la producción de bienes económicos y el enriquecimiento".

Pero una cosa es no hacer negocios y otra que la Santa Sede no necesite dinero. Por eso el Papa afirma que las fuentes de ingresos para el Vaticano, además de las riquezas que ya posee, deberán ser "los donativos ofrecidos espontáneamente por los católicos de todo el mundo y también por otros hombres de buena voluntad".

Un elemento nuevo es que el Papa hizo indirectamente una crítica al modo como se gasta el dinero llegado de los fieles, y afirmó que existe una responsabilidad de "respetar la voluntad de los fieles que mandan sus donativos".

Juan Pablo II acepta como principio que la intención general de los fieles es la de que se use dicho dinero para mantener los gastos generales de la Santa Sede y de sus actividades o para fines especiales y concretos "si han sido especificados". Todo lo demás, según dio a entender el Papa, sería abusar de la intención y de la buena voluntad de los que se sacrifican enviando su dinero al Vaticano.

Juan Pablo II reveló que el tema más importante de este momento para someter a la atención de los cardenales es el de la aprobación del nuevo código de derecho canónico, que ha costado muchos años de trabajo, y confirmó que una de las relaciones del debate será sobre este tema.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

A propósito del tema de la reforma de la Curia romana, el Papa dijo que "no se trata de un problema de la misma envergadura", pero que es igualmente importante porque se relaciona con "el servicio prestado por la Santa Sede a la Iglesia universal".

Carta del Papa al cardenal Casaroli

En la carta autógrafa enviada al secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, y publicada ayer después de haber sido entregada a todos los cardenales, el Papa proyecta la creación de una especie de ministerio de trabajo para todos los empleados del Vaticano, aunque hace distinciones entre los que tienen familia, es decir, los seglares, y los otros: los religiosos y eclesiásticos.

Juan Pablo II pidió que se reorganice todo "según las normas del Concilio Vaticano II" y que se aplique la doctrina social de la Iglesia, que pide la justicia laboral pero rechaza al mismo tiempo cualquier tipo de reivindicaciones que supongan "lucha de clases" o intereses de un partido o de un sindicato determinado.

Por lo que se refiere a la Curia romana y a su reforma, el Papa insistió sobre el carácter "pastoral" que deberá tener la nueva Curia romana, que deberá ser, afirma, una especie de "comunidad de servicio".

Saliendo al paso de una objeción sobre el importante papel que está dando a las reuniones de los cardenales, lo cual podría crear celos en los obispos, Juan Pablo II subrayó que se trata de un problema de "colegialidad", semejante al que existe entre los obispos y el Papa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_