Franca Rame, una luchadora de vanguardia

Franca Rame es una luchadora feminista de vanguardia. Hija de comediantes, compañera de Darío Fo, su medio habitual de expresión es la comedia, la forma cómica del teatro, que es un viejo procedimiento italiano para la disconformidad política y social. Ha venido a Madrid con Darío Fo, en cuyo espectáculo (teatro Español) interpreta un monólogo. Pero ella tiene su espectáculo propio también como de juglaresa; sola en escena, con palabra y gesto. Lo ha dado en Madrid por un solo día en la Sala Olimpia, promovido por movimientos feministas y por la Librería de Mujeres, ayudado por el Centro Dramático Nacional y por el teatro Español, además de por la misma sala, para que todos los ingresos de taquilla fueran a parar a la ayuda de las feministas, que llenaban evidentemente la sala.Había un 90% de mujeres con el entusiasmo ya predispuesto. Por la sala circulaba un manifiesto del Colectivo de Feministas Lesbianas de Madrid (CFLM) denunciando las actuaciones jurídicas contra la homosexualidad. En efecto, Carlos Corbata, periodista y editor, ha sido condenado por el supremo por haber editado una revista en la que se reproducían imágenes de relaciones homosexuales.

Lástima que el vibrante y brillante manifiesto termine con una acusación a la bazofia pornográfica de lo heterosexual; parece que no se pueda defender una libertad sin combatir otras.

Espectáculo militante

Franca Rame presenta un espectáculo naturalmente militante. El tiempo cedido por la sala -obligada, por la noche, a su programación habitual- sólo permitió tres actos. El primero es el monólogo de un ama de casa solitaria y encerrada por el marido después de haber sido descubierta por éste en adulterio; cuenta el asco por el marido, su insensibilidad; se burla de los temas fálicos, del vocabulario machista, de la palabra orgasmo, y lo contrapone a la dulzura del amante jovencito y nuevo.El segundo, titulado Todas tenemos la misma historia, parte de la incapacidad de una relación sexual plena con un amante masculino, el embarazo no deseado y la imposibilidad de cortarlo con el aborto legal (a pesar de que en su país está permitido, las dificultades son las mismas). El acto final está dedicado a Ulrike Meinhoff, la terrorista alemana (la banda Baader-Meinhoff), a la que se dio por suicidada en su celda alemana. Basado en textos de la prisionera en su correspondencia con Jean-Paul Sartre" cuenta la forma de tortura . que es el encierro en una celda blanca, aséptica y definitivamente silenciosa. Franca Rame aseguró que no está de parte del terrorismo, pero sí en contra de cualquier forma de tortura impuesta a cualquier clase de persona.

La técnica teatrar de Franca Rame es muy buena. Prende en su público inmediatamente, revive las situaciones con brillantez, sobre todo cuando la comicidad hace olvidar la demagogia, cuando el deliberado trazo caricaturesco y de combatiente consigue dejar a un lado lo que en otro tipo de teatro más equilibrado sería motivo de debate, de discusión de personajes. Lo que hace es un mitin, un manifiesto político y social; y lo hace con brillantez y con gracia, con emoción y ternura cuando es necesario.

Recibe, sobre todo, ese circuito ideal del actor (actriz), sobre todo cuando trabaja solo: la reverberación del público, risas y aplausos en cada frase, ovaciones de adhesión y entusiasmo en cada párrafo. A pesar de las dificultades de la traducción simultánea o de los subtítulos proyectados, de la velocidad del montaje de luces y sonidos, no hubo nunca distanciamiento entre la escena y el público. Una comunión perfecta.