Los miembros de la OTAN aúnan sus diplomacias en Canadá
Severas medidas de seguridad acompañaron ayer en el lujoso complejo hotelero de Val David, en la provincia canadiense de Quebec, la reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la OTAN, a la que asistió el responsable de la diplomacia española, José Pedro Pérez Llorca.Los objetivos a largo plazo de la Alianza Atlántica acapararon la atención de los invitados a la reunión de Val David, sobre todo en lo que concierne a las relaciones Este-Oeste y a la armonización de las políticas de los países aliados respecto a la Unión Soviética.
Allan Mac Eachen, responsable canadiense de Exteriores, actuó de anfitrión de sus invitados, entre los que se contaba Josep Luns, secretario general de la Alianza Atlántica.
Ninguno de los ministros fue autorizado a asistir a la reunión informal con funcionarios de su departamento, hecho que se interpreta como una señal de la privacidad de las cuestiones tratadas.
No se había previsto que los participantes de la reunión siguiesen un orden del día rígido. Los observadores estiman que el diferendo norteamericano-europeo a propósito de la exigencia de Washington para bloquear la construccion del gasoducto siberiano no será tratado más que tangencialmente en la reunión.
Francis Pym, secretario del Foreign Office británico, a su paso por la capital canadiense, Ottawa, el viernes pasado, indicó que el objetivo de esta reunión no era el de encontrar una solución al diferendo citado.
Por su parte, Claude Cheysson, ministro galo de Asuntos Exteriores, minimizó en una entrevista televisada el impacto del contencioso del gasoducto sobre la Alianza Atlántica.
Tanto Francis Pym como Claude Cheysson dejaron entrever que desearían sobre todo pedir al secretario de Estado norteamericano, George Shultz, que estudie los medios de no repetir un paso similar al dado al respecto.
