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La "cumbre" árabe de Fez

Tel Aviv desconfía del proyecto de paz propuesto por los árabes

A pesar de las alentadoras novedades de Fez, que dan cuenta de la flexibilidad de las posiciones árabes e incluso de la adopción de un plan de paz que reconoce implícitamente el Estado de Israel, las reacciones de Israel son negativas y llenas de desconfianza."El objetivo de la cumbre árabe no ha sido aproximarse a Israel sino a Estados Unidos, lo que no es del todo lo mismo", comentan medios oficiales israelíes que no están convencidos de que lo que buscan los árabes no sea una maniobra para ensanchar las diferencias entre Washington y Tel Aviv.

"La cumbre de Fez se ha esforzado en aparecer como una reunión de moderados que ha conseguido conciliar tres programas diferentes: el plan Fahd, las tesis de Habib Burguiba (presidente de Tunicia) y las propuestas del presidente Reagan.

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¿Se puede conciliar lo irreconciliable?", se preguntan los medios políticos israelíes, "¿qué hay en común entre el régimen autónomo palestino en Cisjordania y Gaza, ligado a Jordania, y el nacimiento de un Estado palestino con Jerusalén como capital que preconizan en Fez los árabes?".

Las reacciones de la oposición laborista han sido más prudentes, pero no menos escépticas, por dos razones fundamentales: en primer lugar, por la diferencia existente entre las decisiones de Fez y el proyecto propuesto por Reagan, y por el rechazo de la moción presentada por el presidente de Sudán, Gafar el Numeiri, quien pidió la readmisión de Egipto en la Liga Arabe.

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