El Instituto Internacional de Prensa condena los ataques directos contra la libertad de información en varios países del mundo
El Instituto Internacional de Prensa (IPI) hizo público ayer, al término de la 31 Asamblea General, clausurada por el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, resoluciones por las que se condenan ataques directos contra la libertad de expresión, persecuciones a periodistas o intentos de control gubernamental en países como El Salvador, Irán, Marruecos, Turquía, Argentina, Surafrica y Polonia. El instituto se pronunció también en contra del carné como condición para ejercer el periodismo y mostró su preocupación por la existencia de comisiones de encuesta sobre la prensa de países desarrollados, pero no llegó a ningún acuerdo sobre las actividades informativas de la UNESCO, relacionadas con el diálogo Norte-Sur, que es uno de los temas que más ha enfrentado al IPI con otros organismos internacionales.
El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, construyó el discurso con el que clausuró la asamblea, que había sido inaugurada el pasado lunes, día 10, en El Escorial, a partir de una definición de Madariaga: "la democracia es el gobierno de la opinión".Calvo Sotelo expresó dos convicciones suyas. La primera es que no habrá gobierno eficaz y estable si no sabe comprender e incorporar a su programa los estados de ánimo de la sociedad, y la segunda que para resolver los problemas del pais tiene que existir una corriente fluida entre la Administración y los administrados.
El presidente del ejecutivo español asumió a continuación las resoluciones y la línea de actuación del IPI cuando dijo que las conclusiones elaboradas y las iniciativas que han surgido en la asamblea constituyen una guía obligada para cualquier gobernante que quiere vivir en una sociedad transparente.
Profunda coincidencia
"En una profunda coincidencia con los principios del IPI", Calvo Sotelo afirmó que sin libertad de prensa no hay democracia y al revés, que sin democracia no hay libertad de prensa.Leopoldo Calvo Sotelo realzó la labor de la prensa cuando afirmó que los medios de comunicación fueron a lo largo de la transición democrática uno de los instrumentos básicos para crear la conciencia del cambio, para alentar a los gobernantes que lo impulsaban y, muchas veces, para vencer las resistencias que se le oponían.
Inestabilidad
El presidente del ejecutivo español hizo una referencia "a los tiempos agrios de inestabilidad, apenas sin seguridad, con una degradada situación financiera".Para hacer frente a este estado de cosas Calvo Sotelo cree que los estados deben socorrer la libertad, sobre todo con mecanismos que contrarresten la crisis económica "pero la gran defensa de la libertad está en la profesión del informador, que ya ha hecho grandes conquistas como los estatutos de redacción, la claúsula de conciencia o los consejos de prensa, instrumentos profesionales que se deben impulsar para defenderse de las voluntades invasoras de la capacidad de expresión. Un entendimiento liberal de la función informativa exige que sean los propios periodistas quienes les pongan dique".
El presidente del Gobierno pidió en una parte de su discurso a los periodistas que no pierdan la conciencia de que su actividad es un servicio público, "que una información puede cambiar un país, un Gobierno y una situación. Uno de los primeros síntomas de la enfermedad del poder es su resistencia a aceptar las críticas, pero en contrapartida quienes ejercen las críticas deben hacerlas desde el rigor, desde el dato cierto y desde la fiabilidad. A estas tareas responsables no, les va a faltar el apoyo de gobiernos, como el nuestro, que quieren gobernar desde el mandato de la opinión". Leopoldo Calvo Sotelo terminó su intervención poniendo de relieve la moderación con la que se había realizado la transición y la necesidad todavía de reformas para la incorporación a los foros de opinión occidentales, y pidió a los periodistas españoles que continúen utilizando los medios con responsabilidad.
Nuevo comité ejecutivo
La última jornada de la Asamblea General "más numerosa de las celebradas hasta ahora", puesto que han asistido cerca de 500 propietarios, directores y periodistas de los principales medios de comunicación del mundo occidental, estuvo dedicada al debate sobre las relaciones Norte-Sur. También se escucharon informes de la situación de la prensa en Latinoamérica, Portugal e Israel. En el orden de organización interna del IPI, se eligió un nuevo comité ejecutivo que quedó formado por el holandés Max Snijders (presidente), que sustituye al indio Cushrow Irani, y por los vicepresidentes Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS; Leonard Richard, del Milwaukee Journal, de Estados Unidos, y por Tomoo Hirooka, del Asahi Simbun, de Tokyo.
