La maratoniana mediación del secretario de Estado
Desde que, el 6 de abril, la primera ministra británica solicitó al presidente Reagan su mediación en el conflicto anglo-argentino por las Malvinas, el enviado especial estadounidense, Alexander Haig, ha desarrollado la siguiente gestión:Jueves 8 de abril. Llega a Londres con una delegación de siete altos funcionarios del Gobierno.
Después de una breve entre vista con el ministro de Asuntos Exteriores, Francis Pym, se traslada a Downing Street, despacho de la primera ministra, donde conversa con ella y mantiene una cena de trabajo.
Viernes 9 de abril. Por la mañana se traslada a Buenos Aires en vuelo de dieciocho horas, y el sábado por la tarde se entrevista durante cuatro con el ministro de Asuntos Exteriores argentino, Nicanor Costa Méndez.
Sábado 10 de abril. Cinco horas de entrevistas con el presidente de la Junta Militar argentina, Leopoldo Galtieri, acompañado de los otros dos miembros de la Junta.
Lunes 12 de abril. Haig llega a Londres por la mañana, y durante el día mantiene once horas de entrevistas con la primera ministra, el ministro de Asuntos Exteriores, Pym, el de Defensa, John Nott.
Martes 13 de abril. Haig retrasa varias veces. su salida y vuelve a Downing Street, donde mantiene nuevas entrevistas con Margaret Thatcher.
Por la tarde, más conversaciones telefónicas con el ministro de Asuntos Exteriores argentino, Costa Méndez, y después recibeen su hotel, al ministro de Asuntos Exteriores británico y al embajador de su país en el Reino Unido.
A media tarde sale hacia Washington, y en el aeropuerto habla de nuevas ideas, que discutirá con el presidente Reagan, al mismo tiempo que dice que la situación se está volviendo cada vez más peligrosa.
Miércoles 14 de abril. Se entrevista con el presidente Ronald Reagan.
Jueves 15 de abril. Sale hacia Buenos Aires, mientras en Londres se dice que algunas de sus nuevas ideas son mejores que las anteriores, y otras bastante deprimentes.
Viernes 16 de abril. Nuevas entrevistas en Buenos Aires con el presidente Galtieri y el ministro de Asuntos Exteriores.
