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Prolongada una semana más la clausura del Centro de Urgencias de Universidad

La solución al conflicto planteado por los funcionarios médicos de la Beneficencia Municipal, al negarse a cumplir los nuevos horarios, ha sufrido un nuevo aplazamiento que se prolongará hasta la próxima semana. Hasta el próximo lunes en que se vuelvan a reunir las partes afectadas no se conocerá el posible acuerdo que se alcance.Mientras tanto, permanecerá clausurado el centro asistencial de Vallehermoso, en el distrito de Universidad, lo que ha motivado la protesta de numerosos vecinos y de los propios médicos y ATS de la Beneficencia, por los inevitables perjuicios que está ocasionando en la zona.

Según explicó a EL PAIS el abogado laboralista que asesora a los funcionarios de la Beneficencia, Ildefonso Goizueta, durante las conversaciones celebradas durante el pasado fin de semana en la Casa de la Villa, las partes afectadas no lograron ponerse de acuerdo. Por un lado, el Ayuntamiento no está dispuesto a reducir las cuarenta horas de trabajo semanales, aunque aceptaría cuatro turnos de diez horas; mientras que los funcionarios insisten en que no trabajarán más de 36 horas semanales (aseguran que el resto de funcionarios trabaja 35,8 horas), repartidas en dos turnos y medio.

Según lldefonso Goizueta, el conflicto se ha endurecido después de que los representantes de los médicos llegaran a un acuerdo informal con el primer teniente de alcalde Ramón Tamames, en el que éste se avenía a aceptar las condiciones de los médicos. Este acuerdo quedó posteriormente roto al intervenir en el conflicto el concejal Carlos Sotos, miembro de la Delegación de Personal -prosiguen las mismas fuentes-, quien, junto al concejal de Sanidad, aseguró que no se admitía otra solución que no fueran las cuarenta horas semanales de trabajo en turnos diarios de seis horas.

Para agravar más el conflicto, los representantes de los funcionarios han presentado un recurso contra el nombramiento de Carlos Sotos como juez instructor de los expedientes disciplinarios abiertos a doce funcionarios del centro de Universidad. En el recurso aducen que, durante las negociaciones del convenio colectivo, Carlos Sotos dijo públicamente que «la Beneficencia tragaría con el horario que decidiera Comisiones Obreras», y en otra ocasión posterior afirmó, en tono despectivo, que «estaba dispuesto a cepillarse a todos los médicos de la Beneficencia».

Por su parte, el Ayuntamiento no sólo no ha explicado los motivos del aplazamiento de la clausura del centro de Universidad, cierre que afecta a todos los vecinos del distrito, sino que ayer fue imposible conseguir que alguno de los implicados confirmara la versión facilitada por el asesor laboralista de los médicos y ATS.

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