De Beethoven a Manolita Chen
Dyrigent, del polaco Andrej Wajda, era otra de las películas esperadas con interés en este Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La obra es una nueva demostración del buen hacer cinematográfico de su realizador.Con una técnica impecable y una interpretación en la que sobresale sir John Gielgud, quizá el único defecto de este filme sea la historia que se cuenta, o cuando menos su desarrollo: un famoso director polaco que ha hecho su brillante carrera fuera de su país, retorna al mismo tras encontrarse en Nueva York con una joven violinista, hija de su amor de juventud en Polonia. Decide volver a su pequeña ciudad de origen para conmemorar su cincuenta aniversario con la música.
El conficto dramático surge al encontrarse con el marido de la violinista, también director de orquesta, que no oculta la mezquindad de sus sentimientos al manifestarse celoso del viejo y famoso director.
El discurso último que recibe el joven y mezquino director de orquesta polaco, en boca de su mujer, es -suponemos- un reproche a todo un sistema social, que ha basado el reconocimiento de los demás en la mediocridad, la descortesía y la fácil adulación. Al parecer, Polonia vive en la actualidad una nueva etapa en su devenir, tras las luchas sindicales del pasado verano.
En la sección de nuevos realizadores se proyectó la película de Pedro Almodóvar Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, primer largometraje de su realizador, producido con muy escasos medios económicos y que, a nuestro juicio, es uno de los ejercicios cinematográficos más corrosivos de cuantos se han realizado últimamente por nuestros pagos. Para entendernos, se trata de un filme casposo, que podría ser enclavado formalmente en lo que en un tiempo se llamó cine pobre, o feísta -encuadramiento formal absolutamente condicionado por la escasez de medios económicos-, y con un contenido totalmente vinculado al comix underground español, el de los Cesseepe, Nazario, Mariscal, Pérez Sánchez y tantos; otros, mezcla de teatro chino de Manolita Chen y Robert Crumb, Pepi, Luci, Bomy otras chicas del montón no es una comedia costumbrista, sino una sátira de costumbres.
Babelia
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