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Marruecos recrimina duramente a Mauritania por su colaboración con el Polisario

Marruecos advirtió, al parecer, a Mauritania que no está dispuesto a permitir que este país salga de la neutralidad en el conflicto del Sahara y, en consecuencia, exigió que el territorio mauritano deje de ser utilizado como base de ataque por el Polisario.Esta postura de Rabat le fue transmitida al jefe del Gobierno mauritano, Juna Uld Jaidala, el miércoles en una breve visita a Nuakchot del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta.

Las autoridades marroquíes y otros países occidentales han confirmado, según se cree, el uso por el Polisario del puerto de La Güera para desembarcar con destino a Tinduf a los pescadores españoles y portugueses secuestrados en mayo y junio último. Asimismo, en Rabat se sostiene que el Polisario ha utilizado últimamente el territorio del país vecino para atacar diversas localidades del ex Tiris el Garbia.

Aunque la reacción mauritana no es conocida aún, el presidente Uld Jaidala recibió el mismo día que a Bucetta a un representante del Polisario. Es muy difícil, sin embargo, que Mauritania pueda mantener, en la práctica, la neutralidad en que su Gobierno afirma públicamente estar y que los marroquíes reclaman.

Las simpatías, tanto del pueblo mauritano como del Gobierno, hacia el Polisario son bien conocidas. Asimismo, ambos parecen preferir cooperar con Argelia que con Marruecos.

Cualquier cambio de actitud de Mauritania perjudicaría notablemente la postura marroquí, ahora que de nuevo se habla de contactos secretos Rabat-Polisario. Aparentemente, una delegación marroquí, conducida por el general Ahmed Dlimi, se entrevistó en Ginebra con representantes del Polisario. El consejero personal del rey, Ahmed Reda Guedira, aunque a última hora se unió a las discusiones, no las presidió, como en ocasiones anteriores.

Es difícil predecir si ello pudiera significar que el ala militar ha adquirido una cierta precedencia sobre la civil en el favor del soberano alauita, sobre todo del ala civil liberal, que encabeza Reda Guedira. Lo que sí es cierto es que algunos círculos diplomáticos de Rabat estiman que estos contactos secretos cuentan ahora con el beneplácito del presidente argelino, Chadli Benjedid.

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