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La crisis en el mundo islámico amenaza a Occidente

Dos millones de peregrinos

El movimiento anual de masas más importante del mundo alcanzó su punto culminante en los primeros días de este mes, cuando dos millones de musulmanes abarrotaron la ciudad santa de La Meca, cumpliendo así el precepto islámico del peregrinaje a la ciudad santa.En los días anteriores al petróleo, el trasiego de peregrinos, o el hajj, como le llaman los musulmanes, era la principal fuente de ingresos para el país. Actualmente, la peregrinación continúa siendo el acontecimiento más solemne del año en esta nación religiosa, así como un medio para proyectar la imagen del país en el exterior.

Se trata de una prueba de seguridad para el Gobierno saudí. Este país, en cualquier otra época del año cerrado a los extranjeros, excepto negociantes y trabajadores, abre sus puertas durante la peregrinación a 800.000 musulmanes extranjeros. Sólo los musulmanes pueden entrar en La Meca.

Quizá debido a la efervescencia en Irán de la secta chiita, así como al desacuerdo entre los árabes sobre el tratado de paz entre Egipto e Israel, los saudíes multiplicaron este año las medidas de seguridad. Unos 17.000 hombres fueron puestos en alerta en La Meca, con otras fuerzas en Medina y Jidda.

El hajj está asociado con los dos grandes profetas, Abraham y Mahoma. Según, el Corán, Abraham visitó La Meca y, siguiendo instrucciones de Dios, edificó La Kaaba. Según los árabes, en este lugar fue donde Dios previno a Abraham para que no sacrificara a su hijo, acontecimiento narrado también en el Antiguo Testamento.

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