El Gobierno británico trata de mantener las emisiones de la BBC en español

Enfrentado a la posibilidad de sufrir una humillante derrota en los Comunes, el Gobierno conservador británico parece que ha encontrado una fórmula administrativa que permitirá la continuación de las transmisiones exteriores en siete idiomas europeos, entre ellos el español, cuya desaparición estaba prevista para el próximo mes de abril.La decisión de suprimir las emisiones de la BBC en español (que iba a afectar sólo a los servicios hacia España y no hacia Latinoamérica), en francés, italiano, griego, turco y maltés fue anunciada oficialmente el 1 de noviembre pasado, como consecuencia de los cortes en el gasto público ordenados por el Ministerio de Hacienda.

Sin embargo, el Gobierno se ha visto obligado a dar marcha atrás a causa de la presión ejercida por la prensa y los partidos políticos, con inclusión del propio Partido Conservador, que criticaron duramente la medida. Un sondeo confidencial llevado a cabo en la Cámara de los Comunes demostró que el Gobierno tenía serias posibilidades de ser derrotado el próximo miércoles durante el debate de una moción laborista en la que se deploraban los cortes. Parece que unos cien diputados conservadores estaban dispuestos a votar en contra de su propio partido.

La fórmula administrativa encontrada, que permitirá a la BBC seguir manteniendo todos sus programas en lenguas extranjeras, consiste en una transferencia de partidas dentro del presupuesto de la corporación. Así se aumentará la partida que el Ministerio de Defensa paga a la BBC por el servicio de escucha de emisoras extranjeras y se asignará esa cantidad a financiar el servicio exterior.

El Gobierno pensaba ahorrarse sólo 2.700.000 libras (unos cuatrocientos millones de pesetas) con la suspensión de esos servicios. Lo exiguo del ahorro hizo exclamar a un diputado conservador que el Gobierno «no sólo tiene el corazón de piedra, sino que su cabeza también es de piedra».

El servicio en español hacia España de la BBC es uno de los más veteranos de la corporación radiofónica británica y había cumplido cuarenta años el pasado junio.