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Reportaje:

Sólo un pueblo de la provincia tiene parque de bomberos adecuado

La situación del servicio contra incendios en la provincia de Madrid no es mala, según palabras del jefe del servicio, Antonio López, pero podría ser mucho mejor si cada uno de los veintisiete pueblos que en Madrid superan la cifra de 5.000 habitantes tuviese en funcionamiento su propio parque municipal de bomberos. En cualquier caso, el bombero, que puede cometer fallos, es sólo el último eslabón de un proceso, verdadero responsable de la penuria del servicio, que comienza por la falta de autonomía económica de los ayuntamientos

Hoy día, el servicio de bomberos que cubre las casi 800.000 hectáreas de la provincia de Madrid -exceptuando la capital- está a cargo de la Diputación Provincial. En 1968, la Diputación decide crear un servicio de prevención de incendios, ante la gravedad de los siniestros ocurridos en los dos años anteriores, en los que ardieron 15.554 hectáreas, principalmente en zonas forestales. Hasta entonces no existía ningún sistema contra incendios digno de merecer ese nombre, a pesar del artículo 103 de la ley de Régimen Local, que señala taxativamente que todas las poblaciones mayores de 5.000 habitantes deben contar con un parque de bomberos municipal.En un principio, la Diputación monta tres pequeños parques, dirigidos fundamentalmente a la protección de las 170.000 hectáreas de terreno forestal existentes en Madrid, pero ante las llamadas de los ayuntamientos, siempre faltos de dinero y de ideas, la red de parques de zona, retenes, torres de observación y emisoras se va extendiendo por toda la provincia. Actualmente los cuatro parques de zona de la Diputación, ubicados en Arganda del Rey, Villaviciosa de Odón, Parla y Alcalá de Henares, cuentan con una dotación de 152 hombres, profesionales, que cobran salarios de 35.000 pesetas al mes. Además están varios parques auxiliares más, localizados la mayoría en la franja de la provincia limítrofe con Avila y Segovia, y un número mayor de simples retenes, dotados apenas con coches todoterreno, encargados de sofocar incendios forestales de poca intensidad. Cada parque de zona cuenta al menos con tres coches autobombas y varios vehículos especiales (vehículos de polvo, utilizados en incendios de gasolineras, por ejemplo, de salvamento acuático, etcétera). Los parques auxiliares y los retenes están servidos por personas no profesionales, a menudo trabajadores de los viveros de la Diputación, o por funcionarios de los ayuntamientos.

El servicio se completa con una red de torres de observación, emisoras fijas y puntos con radioteléfono, todos ellos conectados entre sí, con los parques de zona y con las oficinas centrales de la Diputación, en Madrid.

Próximamente se inaugurarán dos nuevos parques de zona en Collado VillaIba y Alcobendas, y se aumentará el personal en 164 hombres. La Diputación continúa así con una labor que es propiamente de su incumbencia, pero «alguien tiene que responsabilizarse si los ayuntamientos no lo hacen». El problema de estos últimos, repetido en sus demandas de ayuda una y otra vez, es que no tienen presupuesto suficiente. Hoy, sólo Torrejón de Ardoz dispone de un parque municipal en condiciones. Otras diez poblaciones cuentan con medios propios pero insuficientes, y otras dieciséis mayores de 5.000 habitantes están totalmente a expensas de la Diputación, así como el resto de los pueblos, hasta un total de 177, de población inferior a la indicada.

«Por tanto, no es al bombero en sí a quien hay que culpar de los fallos que se cometan, que a veces cuestan vidas humanas. El bombero sería el último eslabón de una cadena, el que cumple la tarea más ingrata y peligrosa, y quien se lleva las imprecaciones de la gente cuando un incendio no se sofoca a tiempo. Por muy profesionales que sean -explicó el señor López- los bomberos no pueden responsabilizarse de que los ayuntamientos no cumplan la ley, de que las carreteras sean malas o de que no existan bocas de riego en las inmediaciones.»

Los municipios de la provincia de Madrid que cuentan con una población superior a los 5.000 habitantes y, por tanto de acuerdo con la ley de Régimen Local deberían tener un servicio municipal de bomberos, son los de Ciempozuelos, Colmenar de Oreja, Colmenar Viejo, Coslada, Majadahonda, Navalcarnero, Pinto, Pozuelo de Alarcón, Las Rozas de Madrid, San Fernando de Henares y Mejorada del Campo.

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De todas maneras, parece que el mantenimiento de un parque de bomberos en condiciones es un lujo excesivamente caro para muchos municipios, sobre todo si se tiene en cuenta el sistema fiscal que se ven obligados a seguir hasta ahora. Un ejemplo: Torrejón de Ardoz, el único municipio de la provincia que cuenta con un servicio municipal adecuado, ha intentado ya varias veces cargar éste a la Diputación, toda vez que «no podemos mantenerlo».

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