Ex miembro de la DINA, implicado oficialmente en el asesinato de Letelier
El departamento de Justicia norteamericano acusó ayer formalmente a Michael Townley, un ciudadano estadounidense que trabajó con la policía política de la dictadura militar chilena, de «conspiración para el asesinato» del ex ministro chileno y líder de la oposición democrática, Orlando Letelier.La acusación contra Townley de los investigadores federales supone el reconocimiento por el Gobierno norteamericano, por vez primera, de que los servicios secretos de la dictadura de Pinochet participaron en el asesinato de Letelier, cometido en el centro de Washington el 21 de septiembre de 1976.
Townley, de 35 años de edad, fue expulsado de Chile hace tres semanas y detenido inmediatamente por la policía federal (FBI), como sospechoso del crimen, junto a un número indeterminado de exiliados cubanos anticastristas. La extradición de Townley, que residía en Chile desde hace veinte años y fue un activista en contra del Gobierno constitucional del presidente Allende, se produjo después de que Washington presionara sobre el régimen de Pinochet.
Las investigaciones de la policía norteamericana identifican a Townley como agente de la DINA, la policía política de la dictadura chilena, y prueban que éste viajó repetidas veces a Estados Unidos con pasaportes falsos y habló por teléfono con dos activistas cubanos, también presuntamente implicados en el asesinato de Letelier.
El juez decretó el encarcelamiento de Michael Townley sin fianza, después de que la acusación señalara que, de fijarse alguna fianza, ésta fuera de cinco millones de dólares, ya que una cifra inferior podría ser fácilmente reunida por un servicio de inteligencia y existía el riesgo de que el detenido desapareciese después.
Dado que la acusación sólo incluye un cargo contra Townley, la violación de una ley federal que prohibe conspirar contra la vida de funcionarios o ex funcionarios extranjeros en Norteamérica, existe la posibilidad de que el detenido haya aceptado colaborar con los investigadores, a cambio de que no se le imputen nuevos cargos. En cualquier caso, Townley hace frente a una condena que podría llegar hasta cadena perpetua.
Los investigadores estarían tratando ahora de convencer a Townley de que sus amigos chilenos le han dejado en la estacada y de que sería más conveniente para él colaborar con la justicia norteamericana, antes que arriesgarse a que sus cómplices intenten «silenciarlo».
Dos activistas cubanos fueron detenidos hace unas semanas en Miami por la FBI en relación con el asesinato del ex ministro chileno, pero la acusación contra Townley es la primera que se presenta ante un tribunal. Desde que se cometiera el crimen, la viuda y los amigos y colaboradores de Orlando Letelier imputaron el mismo a la DINA, opinión en la que coincide ahora la policía federal norteamericana.
