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Bonn instalará bombas de dispersión en sus aviones

En vísperas de una nueva fase de la Conferencia para el Desarme, ha trascendido en Bonn las características, hasta ahora secretas, de las armas con que irán dotados los aviones de combate alemanes Tornado, una vez entre en servicio este modelo en el Ejército federal alemán, prevista para 1981.

Los nuevos aviones de combate serán portadores de tres tipos de armas, entre ellas las llamadas «bombas de dispersión», calificadas como «contrarias al derecho internacional» por la Convención de Ginebra y por la Conferencia para el Desarme.

Este tipo de arma -«streubomben», o «bombas de paja», según la terminología alemana- ofrecen el «inconveniente», desde el punto de vista humanitario, de que su efecto es incontrolado, ya que los fragmentos de la metralla pueden alcanzar objetivos no incluidos en un ataque, como ocurrió recientemente con el ataque israelí contra núcleos civiles en Líbano.

La industria de guerra de la RFA parece dispuesta a afrontar este riesgo y montará este tipo de armas en sus Tornado. Según los constructores, que han dado su nombre a las «bombas de dispersión» alemanas, cuyo nombre anterior se ha transformado en el menos sospechoso de BD-1 (boelkow-dispenser), en lo sucesivo deberá llamarse MW- 1, o «bombas de aplicación múltiple», con el fin de disociar el empleo de la nueva arma convencional de un uso claramente contrario a la Convención de Ginebra. El mecanismo previsto para las MW-1 podría también lanzar, en un futuro, armas neutrónicas con el mismo objetivo táctico: la destrucción de aeropuertos militares, vías férreas y formaciones de carros de combate enemigos. Dada la «efectividad de la nueva arma», el Tornado alcanzará un precio récord dentro de los aviones de su género: cincuenta millones de marcos por unidad.

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