La extrema derecha reivindica el robo en la catedral de Oviedo

Una voz masculina, que se identificó como representante de la Alianza Anticomunista Ibérica, manifestó ayer a EL PAIS que el robo del tesoro de la catedral de Oviedo ha sido realizado por el Comando Generalísimo Franco, y que tanto los miembros de este grupo como las joyas se encuentran fuera de España.

A las 8.25, una voz que sonaba a grabación magnetofónica comunicó a la telefonista de EL PAIS que el robo había sido cometido por la supuesta Alianza Anticomunista y que comando y joyas están fuera de España. Una hora más tarde se repitió la llamada, que fue atendida por un redactor del periódico. La voz también tenía tono de grabación, aunque no lo era dado que pudo establecerse un diálogo. El anónimo comunicante dijo lo siguiente:«El robo de las joyas de la catedral de Oviedo ha sido realizado por Alianza Anticomunista Ibérica, y se basa en estos puntos: queremos evitar que los tesoros religiosos caigan en manos comunistas; el tesoro será devuelto el día que España tenga un Gobierno como el del Generalísimo Francos evitamos todos los derramamientos de sangre. El comando Generalísimo Franco, que ha llevado a cabo la acción, se encuentra a salvo, así como las joyas, fuera de España. Es igual que la policía proceda como proceda, no hay peligro.»

Nueva ley

El próximo Consejo de Ministros estudiará la creación de una comisión interministerial que tome medidas concretas y urgentes para la protección de nuestro patrimonio artístico y cultural, manifestó ayer a EL PAIS el ministro de Cultura y Bienestar, Pío Cabanillas, en el curso de una entrevista sostenida con este diario en relación con el tema del robo del tesoro de la catedral de Oviedo. En la actualidad existen ya contactos entre los Ministerios de Cultura, Presidencia e Interior, que, en principio, compondrían la citada comisión.

El mismo ministro confirmó a EL PAIS que el Gobierno Suárez piensa presentar al Parlamento, en un futuro no determinado, una ley de Patrimonio Artístico Nacional. En opinión del titular de Cultura y Bienestar, la carencia de recursos y la escasez de consignaciones presupuestarias coadyuvan a que se produzcan hechos tan lamentables como el robo de Oviedo.

«Aunque el Ministerio de Cultura no es responsable de la custodia de los bienes de la Iglesia, no puede por menos que ser sensible ante acontecimientos de este tipo», declara el ministro. «Desgraciadamente -prosigue-la equivocada política de competencias exclusivas, a la que precisamente se ha querido dar respuesta con la creación del Ministerio de Cultura y Bienestar, ha impedido hasta hoy una acción conjunta que, sin duda, es el único medio eficaz para conseguir la protección de nuestro patrimonio.»

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