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Washington no ha decidido aún la futura ubicación de los submarinos de Rota

Cuando queda poco más de un año para que los submarinos nucleares norteamericanos comiencen su retirada de la base naval de Rota (Cádiz), según lo dispuesto en el vigente tratado de amistad y cooperación entre España y Estados Unidos, aún no se ha decidido en Washington la ubicación de una nueva base, destinada a albergar dicho escuadrón de submarinos atómicos.

En la Cámara de Representantes estadounidense, un comité de asignación de fondos aprobó, hace unas semanas, la concesión de diecinueve millones y medio de dólares para la Marina, destinados a la construcción de instalaciones navales en King's Bay (Georgia), en la costa atlántica norteamericana, cerca de la península de Florida, para alojar al escuadrón de submarinos Poseidón, que actualmente se encuentra estacionado en Rota.Sin embargo, el Senado decidió, días, después, aplazar dicha concesión de fondos, al considerar que la Armada norteamericana no había escogido todavía el sitio definitivo para el emplazamiento de la nueva base. Los senadores argumentaron que la Marina había señalado King's Bay como el lugar «preferido», pero que aún estaba estudiando otras cuatro posibles ubicaciones de la base y que la opción concreta se retrasaría varios meses. La Cámara aceptó el punto de vista del Senado y aplazó la concesión de fondos hasta que la Marina tome una decisión definitiva.

El tratado hispano-norteamericano

En el artículo primero de 1 «acuerdo complementarlo sobre facilidades» del tratado hispano-norteamericano se dice textualmente, que «el escuadrón de submarinos nucleares comenzará una retirada escalonada, a partir del día 1 de enero de 1979 y esta retirada finalizará antes del día 1 de julio de 1979».Desde que el tratado fuera ratificado por el poder legislativo norteamericano, hace algo más de un año, tanto el Pentágono como el Congreso han estudiado las alternativas posibles a la utilización de la base naval de Rota. El servicio de investigación de la biblioteca del Congreso recogió las principales de estas alternativas en un informe preparado para el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.

Tanto las islas Azores, como el Portugal continental se descartaron casi inmediatamente como posibles emplazamientos de la nueva base. Aparte de los motivos técnicos y el alto coste de las instalaciones, se reconocía en el informe que la base naval sería poco atractiva para el Gobierno portugués, por la controversia política interna que podría generar una presencia militar norteamericana tan evidente.

La base naval de Holy Loch, en Escocia, también se descartó en seguida porque supondría la concentración de demasiados submarinos en un área geográfica limitada, haciéndolos muy vulnerables a un ataque. Al no ser Francia miembro de la Alianza militar de la OTAN y declararse Marruecos no alineado políticamente, las opciones quedaron más reducidas. Ni siquiera la base británica de Gibraltar se consideró sustituto aceptable, ya que los estrategas norteamericanos quieren tener a este escuadrón de submarinos estacionado en el Atlántico y no en el Mediterráneo, que podría convertirse en una ratonera en caso de un conflicto generalizado.

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Proyectiles de más alcance

La alternativa más viable y la que parece estar llevándose a la práctica consiste en dotar a los submarinos ahora ubicados en Rota con proyectiles de mayor alcance, lo que permitiría crear una base en la costa atlántica de Estados Unidos, sin que disminuyera su efectividad estratégica. El misil Poseidón, que equipa actualmente a dichos submarinos, es el sustituto del antiguo Polaris, y tiene un alcance de unas 2.500 millas náuticas. El nuevo proyectil estratégico destinado a estos submarinos será el Trident, con un alcance de 4.000 millas naúticas.El misil Trident permitirá la extensión del área de operaciones estratégicas de estos submarinos, entre diez y veinte veces más que la actual. Ello permitirá su alojamiento en una base situada en la costa este de Estados Unidos. Sin embargo, diversos fallos detectados en las pruebas del nuevo misil podrían retrasar este programa y dificultar la alternativa a la retirada de los Poseidón de la base de Rota. Se calcula que el primer proyectil Trident podrá instalarse en los nuevos submarinos atómicos, del mismo nombre, en abril de 1979, y que no podrá equipara los Poseidón hasta septiembre del mismo año, es decir, tres meses después de la fecha límite para completar la retirada de Rota.

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