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Campaña electoral para el Congreso y el Senado

Ningún partido monopoliza una clase social

Ningún partido o coalición monopolizan el voto de una clase social, sino que cada estrato reparte sus intenciones de voto entre las diferentes opciones, aunque las tendencias son más acusadas en uno u otro caso, como es lógico. Así se desprende del segundo sondeo electoral realizado por Sofemasa para EL PAÍS, y cuyos datos venimos publicando desde el martes pasado.

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La diferencia más acusada entre clases sociales se refiere al grado de indecisión por una opción política: esa indecisión alcanza a cerca del 40 % de la clase baja y media-baja, mientras se reduce casi a la mitad de esa cifra entre las personas que se consideran de clase alta y media-alta. Es probable que la falta de información sea responsable de muchas indecisiones.Entre los que ya están decididos, el reparto de influencias en la clase alta y media-alta muestra una tendencia mayoritaria hacia el centro y la derecha, no obstante lo cual la izquierda sobrepasa el 20 % (sumando PCE, PSOE y Unidad Socialista PSP-FPS). En la clase media, una cuarta parte de las decisiones expresadas van al Centro Democrático, y un 16 % al PSOE; el resto se distribuye entre diversas opciones.

En cuanto a la clase baja y media-baja, donde está -como ya hemos indicado- el más alto porcentaje de indecisos, las posiciones del centro y del PSOE aparecen más aproximadas, mientras aumenta la intención del voto hacia el PCE, en relación con las expresadas por los encuestados de otros estratos sociales.

Líderes nacionales

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La personalización de las opciones electorales en sus líderes nacionales más conocidos es una de las observaciones más claras que se desprenden del segundo sondeo electoral realizado por Sofemasa para EL PAÍS. Manuel Fraga, Adolfo Suárez, Felipe González o Santiago Carrillo, no solamente son más conocidos que los líderes locales de sus respectivos partidos o coaliciones, sino que suelen acumular muchas más intenciones de voto que estos últimos, incluso en las regiones donde operan los dirigentes locales mencionados.

Por ejemplo, Santiago Carrillo, secretario general del PCE, recoge el 5,3 % de intenciones de voto en Galicia, mientras Santiago Alvarez, dirigente del Partido Comunista Gallego, tiene un 0,3 %. Manuel Fraga, secretario general de Alianza Popular, cuenta con el 18,1 % de intenciones de voto en Cataluña, mientras López Rodó, que se presenta por Barcelona, sólo recoge el 0,9 % en dicha región. En fin, Felipe González sería votado en Andalucía por un 23,8 %, mientras Alfonso Guerra, candidato de su partido por Sevilla, tiene un 0,9 % en dicha región.

Es probable que la propaganda electoral incremente todavía más la identificación de los partidos con sus respectivos líderes nacionales, aunque a la hora de la votación estos líderes sólo pueden recoger votos, personalmente, en la provincia donde se presenten.

Ofrecemos a continuación un cuadro de intenciones de voto -en porcentaje- hacia algunos de los políticos que se presentan en las regiones mencionadas:

Recordamos que los porcentajes relativos a votación de líderes no significan que los candidatos enunciados vayan a sacar ese número de votos en la circunscripción en que se presenten; se trata de acumular las respuestas que los encuestados dieron -en sus respectivas regiones- a la pregunta de qué políticos votaría el entrevistado en primer y en segundo lugar. El resultado es una orientación, no una predicción.

En Madrid-capital, los resultados fueron los siguientes:

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