EI "método Trueta"
El «método Trueta» para el tratamiento de heridas traumáticas ha dado la vuelta al mundo. Hemos solicitado al profesorjefe del servicio de Cirugía Ortopédica del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, doctor Fernández de Valderrama, que nos hiciera una breve divulgación de sus detalles más importantes. El doctor Fernández de Valderrama, unido famillarínente al doctor Trueta, lo ha explicado así para nuestros lectores.
«El método Trueta de tratamiento de las heridas de los miembros, llamado por su origen tratamiento de las heridas de guerra, es igualmente aplicable a las heridas de tráfico e industriales. Es un método simple que puede hacerse con pocos medios quirúrgicos y consiste en síntesis en: 1) Hacer una limpieza cuidadosa de la herida con cepillo estéril y agua Jabonosa en un quirófano, con el enfermo anestesiado.2) En condiciones lo más estériles posibles, cortar con bisturí y pínzas los bordes machacados de la herida, sacar todos los cuerpos extraños, metralla, tierra, etcétera, cortando todos aquellos trozos de músculo lacerados y con mala circulación sanguínea, hasta dejar la herida completamente limpia y con buena circulación sanguínea.
3) Dejar la herida abierta, llenándola completamente con tiras delino estéril, absorbentes y de poro pequeño, que evita la colección de líquido y que la cicatrización de la herida penetre en la gasa.
4) Reducción de la fractura si la hay, e inmovilización en un vendaje cerrado de escayola.
El fundamento de sú éxito ha sido demostrado en la práctica y experimentalmente, ya que está demostrado también por Trueta que la inmovilización enlentece la circulación linfítica y con ello se evita la extensión a partir de la herida de los microbios y sus venenos o toxinas, como ocurre con el microbio que produce la gangrena gaseosa.
La limpieza cuidadosa y buena circulación sanguínea evita que los microbios puedan proliferar.
Ha salvado este método muchas vidas y miembros del cuerpo, evitando amputaciones. Se desarrolló antes de la presencia de los antibióticos y la aparición de éstos, en contra de lo que se opinó en un principio, no ha quitado importancia al tratamiento, como ha sido demostrado estadísticamente en la guerra de Vietnam.»
