"La batalla de Chile", memoria de un pueblo.
Entrevista con su realizador, Patricio Guzmán
Hoy se proyectará en el marco del Festival de Cine de Benalmádena El golpe de Estado, segunda película de la trilogía La batalla de Chile: la lucha de un pueblo sin armas, realizada por Patricio Guzmán. Con tal motivo el director, que vive habitualmente en La Habana, se encuentra en Madrid.
«Al comenzar la filmación -declaró Patricio Guzmán a EL PAIS -a mediados del mes de febrero se 1973, el primer impulso que tuvimos fue filmar «todo lo que ocurría» y después buscar una estructura en la mesa de montaje, sin dejar de filmar ningún acontecimiento importante, haciendo el papel más o menos de periodistas observadores. Sin embargo, constatamos que es completamente imposible filmar todo lo que pasa, incluso aunque hubiéramos contado con varios equipos de filmación distribuidos por todo el país, porque "todo lo que pasa", así, dicho entre comillas, no es en realidad todo lo que pasa, en el sentido de que muchos acontecimientos son la resultante de un proceso invisible que a veces culmina en un hecho externo y que, por tanto, ese hecho externo aislado constituye un nivel de filmación demasiado parcial.»La trilogía se compone de La insurrección de la burguesía, El golpe de Estado y El poder popular, esta última se estrenará en el próximo mes de marzo en Berlín.
-¿Qué método empleó para la selección, recopilación y realización del material cinematográfico?
-Durante varios meses, a medida que filmábamos, estuvimos buscando una metodología de trabajo que nos pareciera eficiente a fin de concretar gran parte de la estructura de la película antes de filmarla en su conjunto, y no a posteriori, alejándonos cada vez más del documental periodístico y aproximándonos al documental de análisis. Nosotros no escribimos un guión propiamente dicho, pero sí un equivalente que tenía la forma de un gran esquema, de un plano, que reprodujimos a tamaño grande para colocarlo en una de las paredes de nuestro pequeño estudio. En este esquema tratamos de hacer la síntesis de la lucha de clases en el Chile de 1973. De esta manera hicimos una clasificación de los problemas centrales del país en tres «campos de batalla»: el campo ideológico, el político y el económico. Así fuimos poco a poco detectando los aspectos claves de nuestro proceso revolucionario, en forma sistemática y consciente, en el centro mismo de la lucha, para filmarlos día a día durante diez meses hasta la irrupción del fascismo.
Cine dialéctico
-¿Se puede calificar de cine partidista La batalla de Chile?-Las películas no muestran el proceso revolucionario desde un solo punto de vista exclusivo o excluyente. Al contrario, se pretende mostrar todos los puntos de vista de la izquierda tomados en su conjunto, globalmente. Nosotros queríamos hacer precisamente esto al iniciar la filmación. Queríamos hacer una película que englobara todos los acontecimientos, dialécticamente. No se trata de un punto de vista «apartidario», sino de entender conscientemente que los acontecimientos que vivíamos eran cruciales para la historia del movimiento obrero chileno y de que nuestro filme debería ser algo así como la memoria de ese trozo de historia. Nosotros íbamos a jugar el papel de testigos, filmando esa situación que hoy se vuelve una lección de historia. Nunca nos propusimos hacer un filme de agitación, sino de análisis.
-¿Hubo algún tipo de represión con el equipo de La batalla de Chile tras el golpe de Estado?
-A partir del 11 de septiembre de 1973 gran parte del equipo fue encarcelado. De los seis, cuatro hemos sufrido reclusión. Yo estuve detenido quince días en el Estadio Nacional de Santiago. Jorge Müller, el cámara, todavía permanece en prisión. Fue detenido el 28 de noviembre de 1974, conjuntamente con su compañera, la actriz Carmen Bueno, asesinada por los agentes de la DINA algunos meses más tarde. Sabemos que Jorge Müller ha sido torturado y sometido a toda clase de vejaciones, pero que aún se encuentra con vida en el campo de concentración Cuatro Alamos, de Santiago.
Patricio Guzmán, ayudado por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, prepara un plan de rodaje de diversos documentales sobre América Latina en la línea de esta trilogía, que, todo parece indicarlo, podrá ser vista en España en exhibición comercial. Un concepto del cine en que lo antropológico se interrelaciona con la sociología marxista en un intento de análisis de un continente en conflicto permanente.
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